Sufrió una primera incursión en 654 y nuevamente en 674-675,[3] mientras que diversas partes de la isla fueron temporalmente ocupadas durante el reinado del califa omeya Walid I (r. 705-715).[4] No obstante, la isla nunca fue conquistada y, pese a las incursiones ocasionales en el siglo VIII, se mantuvo firmemente en manos bizantinas;[5] Creta estaba demasiado lejos de las bases navales árabes en el Levante mediterráneo para llevar a cabo una expedición efectiva en su contra.Investigaciones de historiadores como los griegos Vassilios Christides, Christos Makripoulias y Nikolaos Panagiotakis, así como las Crónicas Arábigas, especialmente las egipcias, aseguran que algunos exiliados se asentaron en Marruecos, pero la mayoría, bajo el liderazgo de Ùmar Abũ Hafs ibn Suhayb ibn Isa al-Ballutī desembarcaron en Alejandría y tomaron el control de la ciudad hasta 827, cuando fueron sitiados y expulsados por el general abasí Abdullah ibn Tahir al-Jurasani.[10] Por su parte, Christides dice: “Muy lejos de ser sanguinarios piratas profesionales, como se ha afirmado continuamente por algunos autores, ellos desarrollaron su propia civilización, a la cual en algo contribuirían, naturalmente, los nativos”.[15] Según los historiadores bizantinos, los andalusíes ya estaban familiarizados con Creta, pues la habían asaltado anteriormente.Esta historia, obviamente un típico cuento popular, pertenece a la tradición oral de la población local”.[21] Manuel Harazem escribe al respecto “Pero el nombre que le pusieron sus primeros fundadores fue ese de Rabḍ al-Jandaq.[7][24] La siguiente expedición fue enviada un año más tarde y comprendió 70 naves bajo el mando de Cráteros, strategos del thema Cibirreota.Tras haber rechazado los primeros ataques bizantinos, Abū Hafs consolidó lentamente su control sobre toda la isla[26] y se proclamó gobernante.En realidad, fue Bizancio quien desprotegió a sus islas por la gran recesión que padecía en esos momentos.Creta había alcanzado en aquel último siglo su mayor empobrecimiento, padeciendo tan gran recesión económica que perdió hasta el uso monetario y se vio inmersa en una total ruralización (Carmen Panadero, Tsougarakis, Sefacas, V. Christides).Vassilios Christides afirma en su obra The Conquest of Crete...: “La revuelta de Tomás agitó todo el imperio y paralizó su aparato militar”.El sucesor de Miguel II, Teófilo (r. 829-842), envió una embajada al emir de Córdoba Abderramán II, intentando convencerlo para que aunaran esfuerzos contra los exiliados andalusíes, pero el gobernante cordobés se limitó a dar su consentimiento a cualquier acción militar contra sus súbditos rebeldes.[32][33] Posteriormente atacaron Lesbos en 837 y las costas del thema Tracesiano, en el suroeste de Asia Menor, donde destruyeron el centro monástico del Monte Latros, pero sufrieron una dura derrota frente al strategos local Constantino Kontomytes.En 843 se creó un nuevo thema marítimo, del mar Egeo, para lidiar más eficazmente con las incursiones sarracenas.Bajo el mando personal del poderoso logoteta y regente Teoctisto, una expedición intentó de nuevo tomar Creta.Informa Vassilios Christides que la mayoría de mujeres egipcias apresadas por los bizantinos en esa ocasión no fueron musulmanas, sino coptas.Sus fuerzas, muchas veces comandadas por renegados bizantinos, circulaban por el Egeo y más lejos, llegando hasta las costas de Dalmacia.Sin embargo, en 873 y 874 los cretenses sufrieron una serie de duras derrotas frente al nuevo almirante bizantino, Nicetas Orifas.Las incursiones fueron retomadas poco después, al unirse a los cretenses flotas sirias y del norte de África.Patmos cayó bajo el control de los cretenses y Naxos fue obligada a pagar tributo.[47] Y Vassilios Christides dice: “Cuando la flota de León, cargada con el botín después del saqueo, se movía con dificultad, evitó la confrontación con la flota de Himerios y siguió otro itinerario más seguro hasta alcanzar Creta”.[45][49][50] Pero según historiadores actuales, esta expedición contra Creta en 911 duró unos ocho meses, durante los cuales Himerio realizó varios intentos de desembarco en la isla, siendo rechazado[51] y, según Makripoulias y Christides, probablemente no llegara a pisar tierra.Esta fue derrotada por un ataque sorpresa, un fracaso que los cronistas bizantinos describen como resultado de la incompetencia e inexperiencia del comandante, el eunuco Constantino Gongilas.Diéronse, como siempre suele acaecer en estos casos, denuncias falsas de unos vecinos contra otros por envidias, codicia, enemistad o venganzas personales.[66] El panorama presentado por las pocas y dispersas fuentes del mundo musulmán es, por su parte, bastante diferente: el emirato era un Estado estable, con una economía monetaria regular y con vastas relaciones comerciales, existiendo pruebas de que Chandax era un centro cultural de cierta importancia.Y añade: "Miles y Warren aseveran que los metales hallados en Knosos amplían la visión de que aquellos musulmanes no eran meros piratas como las fuentes bizantinas difundieron, pues poseían una industria muy desarrollada del metal".[70] Respecto a la convivencia en la sociedad cretenseandalusí, Carmen Panadero asevera: “Sus intenciones no eran esclavizarlos ni forzarlos a abrazar la religión islámica, sino que procuraron reproducir allí fielmente la que había sido su vida en Córdoba, allá en la remota al-Ándalus, donde convivían los musulmanes con los fieles de las otras dos grandes religiones del Libro —cristianos y judíos— pagando un impuesto como dimmíes o protegidos”.
La fortaleza
veneciana
de
Heraclión
, la capital del emirato, entonces llamada Chandax (
Rabḍ al-Jandaq
en
árabe
; castillo del foso), construida tres o cuatro siglos después de la salida de los sarracenos.
El almirante bizantino
Nicetas Orifas
castiga a los sarracenos cretenses. Ilustración de la crónica
Skylitzes de Madrid
.
La reconquista bizantina de Creta. Ilustración de la crónica
Skylitzes de Madrid
.
Nicéforo II Focas
, que comandó la reconquista de Creta antes de convertirse en emperador bizantino.