[3] Según los acuerdos alcanzados con el general Ibn Tahir, los andalusíes y sus familias abandonaron Alejandría en 40 barcos.
Abu Hafs reconoció la soberanía del Califato abasí, aunque gobernó de manera independiente como emir.
El almirante Ooryphas del monarca Miguel II evitó la conquista islámica de las Islas Egeas, aunque fracasó intentando recuperar Creta.
El emperador Teófilo (829-842) mandó varias misivas al emir de Córdoba Abderramán II para atacar juntos a los exiliados andalusíes, aunque no llegó a nada y Abu Hafs consiguió destruir una flota imperial en Tasos, permitiendo la piratería en el Egeo.
[5] Según las monedas encontradas, parece que Abu Hafs murió en 855 y fue sucedido por su hijo, Shu'ayb.