[8][9] En la primavera del 866, el regente Bardas organizó otra campaña para recuperar Creta, pero fue asesinado la víspera de su partida hacia la isla.
Los sarracenos, por su parte, podían esperar seguros tras las murallas de Chandax hasta que el enemigo se debilitara lo suficiente como para contraatacar y aniquilarlo.
[33] En consecuencia, seleccionó a un pequeño grupo de soldados jóvenes y lo sacó secretamente del campamento durante la noche.
Nicéforo permitió que sus hombres descansaran durante el día siguiente y partió únicamente cuando cayó la noche, guiado por los lugareños (probablemente cristianos cretenses).
A continuación, Nicéforo luego ordenó que tocaran las trompetas y cargó contra el enemigo, aún dormido.
Sorprendidos por la acometida, los árabes no opusieron resistencia, sino que intentaron huir, aunque al hacerlo chocaron con otras tropas bizantinas dispuestas para impedir la fuga.
[34] Así el socorro árabe fue aniquilado; Nicéforo ordenó a sus hombres que cortaran las cabezas de los caídos y se las llevaran consigo.
Sin embargo, la fortaleza resistió el bombardeo y los defensores destruyeron las escalas, por lo que Nicéforo puso fin al asalto.
Decidió bloquear la ciudad durante el invierno mientras sus ingenieros diseñaban y construían máquinas de asedio más eficaces.
Finalmente los planes del califa fatimí se frustraron, pues los bizantinos conquistaron Chandax antes incluso de que su flota estuviera lista para zarpar.
Esta vez, los bizantinos usaron máquinas de asedio mucho más efectivas contra la ciudad, pero no lograron abrir brecha en sus defensas.
Los musulmanes se retiraban lo suficiente para evitar los proyectiles de los arqueros griegos sin desatender por ello la muralla.
Así destruyeron gran parte del lienzo y abrieron una ancha brecha por la que penetró el ejército sitiador.
Los defensores formaron rápidamente una línea defensiva dentro de la ciudad, pero esto no bastó para detener al enemigo.
Juan Xenos y Nicón el Metanoíta encabezaron los amplios esfuerzos para convertir a la población al cristianismo.
Sin embargo, los bizantinos fueron vencidos ante Rometta y su flota fue destruida; este descalabro permitió concluir la conquista musulmana de Sicilia.