Conquista musulmana de Sicilia

En el 535, la isla pasó a depender del Imperio bizantino y fue asaltada por los ostrogodos durante la guerra gótica, pero la calma habitual se restableció después.Como John Bagnell Bury escribe la isla era una «tierra fértil y posesión deseable por sí misma, la posición central de Sicilia entre las dos cuencas mediterráneas la hacía objeto de importancia suprema para cualquier potencia marítima oriental con una actitud comercial o política expansionista; al mismo tiempo, para un gobernante africano ambicioso era el paso intermedio a Italia y a las puertas del Adriático».[2]​[3]​[4]​ Constituida en thema alrededor del 690, su strategos también administraba las posesiones imperiales esparcidas por el sur de la península italiana.[5]​ La isla fue atacada después, especialmente en la primera mitad del siglo VIII, pero no sufrió amenazas serias hasta que los musulmanes completaron la conquista de África septentrional y pasaron a Hispania.Según relatos tardíos y quizá apócrifos, la lujuria por una monja hizo que la obligase a casarse con él.[18]​[21]​ Como uno de sus predecesores, Elpidio, que se había rebelado contra Irene, Eufemio decidió buscar refugio entre los enemigos del Imperio y con unos cuantos seguidores partió a Ifriqiya.La flota la formaban setenta o cien barcos, a los que se unieron los propios bajeles de Eufemio.La propuesta probablemente no pretendía más que ganar tiempo para mejorar las defensas de la ciudad, pero Asad, bien persuadido por los emisarios, bien necesitando descansar su ejército, detuvo su avance unos cuantos días.Los sitiadores, por su parte, también sufrían la escasez de víveres y en la primavera del 828 estalló una epidemia en la que pereció Asad.La guarnición entabló negociaciones y accedió a reconocer la autoridad de Eufemio, pero cuando este, protegido por una exigua escolta, se reunió con sus emisarios, fue asesinado.[41]​[42]​ Los restos del ejército musulmán una vez más se refugiaron en Mineo, donde Teodoto los cercó; pronto los sitiados tuvieron que comerse sus caballos e incluso perros.Una vez más, sin embargo, su campamento fue presa de una epidemia, que mató a Asbagh y muchos otros.La ciudad cayó más tarde, en el otoño, pero los árabes habían sufrido tantas pérdidas que hubieron de abandonarla y retirarse al oeste.El obispo de la ciudad, Lucas, logró huir y llegar a Constantinopla, donde informó al emperador Teófilo del desastre.[58]​[59]​ La lucha durante los años siguientes se centró en Enna, la principal fortaleza bizantina en el interior de Sicilia.[61]​[62]​ Loa aglabíes nombraron a al-Fadl ibn Yaqub para sustituir al fallecido Abu Fihr, que mostró gran iniciativa: inmediatamente después de su llegada, encabezó una incursión contra las tierras de Siracusa y luego otra por la Sicilia central, en torno a Enna.El strategos bizantino salió en su persecución, pero los musulmanes se refugiaron en una zona escarpada y boscosa, donde quedaron a salvo del enemigo.Los bizantinos conservaron la ciudadela, y acordaron la retirada musulmana a cambio del pago de un gran rescate.Venció en varias ocasiones a partidas musulmanas, pero en Constantinopla sus enemigos propalaron rumores de que trataba con los árabes y ambicionaba el trono.Los dos ejércitos se enfrentaron cerca de Butera: los bizantinos fueron completamente derrotados y perdieron unos diez mil hombres en la lid.[92]​ En septiembre del 867, murió asesinado el emperador bizantino Miguel III y le sucedió Basilio I.En contraste con la energía que había mostrado anteriormente, durante su periodo como gobernador Muhammad prefirió permanecer en la capital y no participar personalmente en las campañas militares.[107]​ Ibrahim II entonces nombró como gobernador interino a su hijo, antes entregar el gobierno de la isla al siciliano Husayn ibn Rabah.Estas expediciones sirvieron para obtener botín y tributos suficientes para pagar al ejército, pero no conquistaron ninguna fortaleza enemiga.[108]​[nota 1]​ En diciembre del 886, el pueblo de Palermo depuso al gobernador, Sawada ibn Jafaja, y lo envió a Ifriqiya.Como indica Metcalfe: «esto no fue únicamente un símbolo de la fortuna militar de los cristianos frente a los aglabíes en la Sicilia oriental, sino que también pretendía atizar las disputas intestinas en el ejército musulmán, fomentando los enfrentamientos entre facciones por el orden en que los grupos debían ser liberados».[126]​[127]​ Al año siguiente, los musulmanes atacaron la última fortaleza cristiana en la isla, Rometta, asalto que suscitó una expedición del emperador bizantino, Nicéforo II, para recuperar Sicilia.[126]​[128]​ Las incursiones sicilianas contra la Italia continental continuaron y motivaron la intervención del emperador occidental, Otón II, en la península en el 982, campaña en la que resultó derrotado en la batalla de Stilo.Un gran ejército desembarcó en Mesina en el 1025, pero la expedición se anuló cuando llegó la noticia de la muerte del emperador Basilio II.Maniaces recuperó pronto toda la costa oriental, pero la conquista quedó incompleta porque se le relevó del mando debido a las envidias de algunos rivales.
Europa y el Mediterráneo en vísperas de la invasión musulmana de Sicilia, en el 814.
Mapa topográfico de Sicilia con algunas de sus poblaciones.
Vista de Enna (Castrogiovanni).
El emperador Teófilo y su corte, en una miniatura del Madrid Skylitzes .
La conquista árabe de Siracusa , del Skylitzes Matritensis .
Cuarto de dinar aglabí , acuñado en Sicilia en el 879.