Circumvallatio

Según nos indica Floro, Con frecuencia otros pueblos imitaron la circunvalación romana como acontece con Yugurta,[2]​ que la conoció en Numancia, empleándola contra Cirta, y con los galos, que la emplearon para cercar un campamento de Julio César.

Esos obstáculos eran necesarios para que pudieran defenderse las tropas empleadas en la construcción de la línea definitiva contra las acometidas del enemigo y consistían, por lo general, en empalizadas o zanjas, lo que era suficiente para rechazar los primeros ataques.

Se emplazaban esos obstáculos por lo menos a 100 metros delante de la línea principal, para que ésta no pudiera ser tiroteada por el enemigo que había avanzado hasta el obstáculo.

Así César en Alesia emplazó los obstáculos, una zanja, a 400 pasos (120 metros) de la muralla principal.

Casi puede presumirse que Escipión levantó su empalizada ya en el primer día, sorprendiendo a los numantinos.

En algunas partes había entre esas dos caras de la muralla todavía un tercer muro, para dar más solidez al conjunto.

Construyó una valla con estacas y la fortificó con varias torres próximas entre sí, de suerte que si los enemigos intentaban hacer alguna salida y acometer, ya no pelearían como sitiadores con sitiados, sino al revés, como sitiados con sitiadores".

[10]​ Podemos calcular que el cerco a Numancia pudo completarse en unos diez días.

La edificación de los campamentos no corría tanta prisa y antes de que se completaran, las tropas podían vivaquear, hasta que el invierno exigiera sólidas construcciones, habiendo llegado Escipión frente a Numancia en otoño.

Reconstrucción de una sección de las fortificaciones de la batalla de Alesia.
Torre de circunvalación provista de catapulta
El último día de Numancia de Alejo Vera Estaca, 1881.