Frecuentemente, los muertos eran enterrados en las grutas, una práctica bastante corriente incluso después que los hombres del Neolítico abandonaron esos lugares para establecerse en casas construidas.
[33] Provenientes de la región del Danubio, los dorios llegaron a Grecia por Epiro e Iliria, o bien por Tracia y Macedonia.
[47] También durante esta época reaparecieron inscripciones epigráficas en la lengua autóctona de Creta, el idioma eteocretense, que la mayor parte de autores creen que es un descendiente del antiguo idioma minoico (aun cuando no existe una evidencia filológica clara al permanecer el lineal A básicamente indescifrado).
[60] Aunque los mercenarios cretenses participaron en los diferentes conflictos del mundo griego, Creta se mantuvo al margen de estos últimos.
[79] En sus ambiciones expansionistas, Filipo chocó con Rodas, hasta entonces su aliado, pero cuya flota controlaba la ruta marítima —y por tanto el comercio— hacia el Oriente.
Al principio del gobierno romano, la isla se mantuvo asociada a la provincia de Cirenaica,[89] pero esta situación cambió en las décadas siguientes.
[91] En los sitios arqueológicos, parece que hubo pocas destrucciones relacionadas con la transferencia del poder a los romanos: un solo complejo palacial muestra signos de haber sido arrasado.
Tito dividió la isla en nueve diócesis, aunque las fuentes del siglo VI indican que la organización eclesiástica data de una época más tardía.
[101] Esta última reforma sucedió en plena crisis iconoclasta, en la que Creta se inclinaba en un principio hacia la veneración de imágenes.
La elección de invadir Creta fue tal vez influida por los egipcios, quienes siempre habían tenido intereses por la isla.
[113] Abu Hafs creía ver en Creta la «tierra deliciosa donde corrían la leche y la miel» que había prometido a sus seguidores.
La conquista se facilitó por una crisis interna en el seno del Imperio bizantino, que no pudo asegurar la defensa de la isla.
[88] Los árabes fundaron una nueva capital en la costa norte de Creta, una ciudad fortificada y rodeada por un profundo foso.
Creta fue un emirato en gran medida independiente de otras regiones árabes y se transformó en un principado hereditario.
[114] La piratería y la presión económica sobre la población local permitieron la existencia del emirato, mientras que los cretenses fueron sometidos a una servitud muy severa.
[120][121] Creta constituyó durante ese siglo y medio el principal punto de apoyo para los árabes en la cuenca oriental del Mediterráneo.
La clase noble alcanzó tan grandes proporciones que los títulos de nobleza en Creta terminaron por perder su prestigio.
[150] No obstante, la lengua cretense tradicional se utilizó en una floreciente literatura, cuyo ejemplo más conocido fue el Erotókritos de Vitsentzos Kornaros.
[188] Como gobernador de la isla, Mehmet Alí nombró a un albanés, Mustafá Pachá, quien llevó una administración justa e imparcial.
[197] La implicación de Mehmet Alí en un conflicto contra el Imperio otomano y su derrota en Siria quebrantaron el poder egipcio en Creta.
[194] En las cuatro décadas siguientes, hasta la independencia de 1898, los levantamientos no hicieron más que seguir el camino entreabierto por el Hatti-Houmayoun.
Para mostrar su buena voluntad, la Sublime Puerta reemplazó al gobernador turco de Creta por un cristiano, Alexandros Karatheodoris.
La situación se relajó un tiempo, pero la tensión revivió a medida que el Imperio otomano demoró en poner en práctica la Constitución.
[205] Así se extinguía temporalmente en Creta la posibilidad de una unión con Grecia y los líderes cretenses tuvieron que aceptar la autonomía.
El príncipe Jorge llegó el 9 de diciembre y las potencias levantaron enseguida el bloqueo sobre Creta, dejando solo algunos contingentes militares en la isla.
Este último debió renunciar a sus funciones y fue reemplazado por Alexandros Zaimis, antiguo presidente del consejo helénico.
[210] Aprovechando los desórdenes interiores en el Imperio otomano en 1908, los cretenses declararon la unión con Grecia, un acta que no fue reconocida internacionalmente sino hasta 1913.
Se lanzaron 17 000 paracaidistas alemanes bajo las órdenes del general Kurt Student en tres puntos estratégicos: Maleme, Heraclión y Rétino.
[226] El general Kurt Student declaró que Creta había sido «el cementerio de los paracaidistas alemanes» y una «victoria desastrosa».
El ejército estadounidense, preocupado por implantarse en Europa Oriental, abrió bases militares en Grecia, entre ellas las de Gournes y Suda en Creta (1969).