Nové Zámky (en húngaro Érsekújvár, en alemán Neuhäusel, en latín Castrum Novum) es una antigua ciudad húngara, actualmente en el sur de Eslovaquia.Bajo la dirección de los hermanos Ottavio y Giulio Baldigara, empezó a construirse en 1573 la fortaleza que le da el nombre a la ciudad (que traducido al castellano sería "Castillo Nuevo"), cuya finalidad era la defensa contra el Imperio otomano.[1] Como la ciudad participó durante el siglo XVII en diversos alzamientos contra la dinastía de los Habsburgo, el emperador Carlos VI mandó demoler las fortificaciones entre 1724 y 1725.Después de la desintegración del Imperio austrohúngaro en 1918, la ciudad pasó a la recién creada Checoslovaquia.Lamentablemente en 1944, durante la Segunda Guerra Mundial, la ciudad fue violentamente bombardeada por los Aliados, destruyéndose una parte importante de los edificios.
El arzobispo Jorge Széchényi, estatua en la plaza principal de Nové Zámky