A pesar de ser un reino, no tuvo rey, sino regente, el antiguo almirante austrohúngaro Miklós Horthy.
[12] Con una política exterior pacífica y habiendo puesto fin a la inestabilidad interna, logró el ingreso del país en la Sociedad de Naciones en 1922.
[17] Tras un corto periodo expulsados del poder por las revoluciones de la posguerra, en 1919 lo retomaron, restaurando el sistema político y social anterior a la contienda mundial.
[37] La Gran Depresión golpeó con fuerza la economía húngara y en especial, la agricultura: los precios del cereal, exportación crucial para Hungría, se hundieron en el mercado mundial.
[62][63] Ese año, la primera ley aprobada abolió todas las medidas promulgadas por los Gobiernos revolucionarios de Mihály Károlyi y Béla Kun.
[14][nota 8] La estabilidad política lograda, sin embargo, le permitió pronto negociar créditos extranjeros que mejoraron la situación económica.
[109] El régimen mantuvo su antisemitismo hacia la inmensa mayoría de la población hebrea, pero se alió con la reducida alta burguesía judía.
[23] Bethlen restauró parcialmente el modelo político pseudoliberal anterior a la contienda mundial: parlamentario, multipartidista, con cierta libertad de prensa y derechos civiles.
[127][128] Incluso en las ciudades, único lugar donde los movimientos obreros gozaban de cierta libertad, su influencia era mínima, ya que los principales cargos municipales eran nombrados por el Gobierno.
[129] Abundaban también los antisemitas, aunque los miembros del partido no llevaron a cabo medidas antijudías salvo en la época de la contrarrevolución (1918-1921).
[129] El partido gubernamental se mostró constantemente dividido en dos corrientes, a veces solapadas: la conservadora y la radical de derecha.
[135] El sistema político era piramidal, con una estrecha relación entre los partidarios del primer ministro en las Cortes y la Administración estatal, que aquellos copaban.
[138] La Judicatura también mantuvo una cierta independencia, a pesar del endurecimiento de las leyes, y las condenas políticas fueron escasas una vez finalizado el primer periodo contrarrevolucionario.
[20][147] El nombramiento, sin embargo, conllevaba abundantes restricciones impuestas por Horthy que impidieron la conversión del país al modelo fascista:[149][152] el nuevo primer ministro no podría disolver las Cortes, debía posponer toda reforma agraria o legislación antisemita, debía nombrar a figuras de confianza para puestos claves de su Gobierno y no podría reformar las instituciones del país.
[190] La influencia económica, que había permitido una cierta recuperación, y la militar, mediante la ayuda al rearme clandestino, así como los deseos revisionistas[186] impedían abandonar la orientación progermana iniciada por Gömbös.
[269] Entre siete y ocho mil judíos fueron brutalmente conducidos al hipódromo hasta que fueron liberados por orden del propio Szálasi tres días más tarde.
[323] Esta, sin embargo, nunca llegó a crecer lo suficiente como para absorber al exceso[324] de población rural,[37] lo que mantuvo bajo el poder adquisitivo interno.
[325] La Gran Depresión golpeó con fuerza la economía húngara y en especial, la agricultura: los precios del cereal se hundieron en el mercado mundial.
[378][nota 24] El mercado alemán redujo los gastos presupuestarios húngaros necesarios para subvencionar las exportaciones sin hundir los precios de los productos agrícolas.
[41] La industria se modernizó y comenzó a destacar en algunos sectores, como las telecomunicaciones, el instrumental eléctrico o los productos farmacéuticos.
[383] Ni siquiera la ayuda alemana, debido a que Berlín deseaba aumentar la producción industrial húngara en su beneficio, solucionó la insuficiente productividad.
[400] Estas asociaciones, a menudo formadas por miembros de las clases medias bajas ansiosos por encontrar puestos en la Administración del Estado,[402] servían además como redes para facilitar este objetivo.
[404] Las instituciones educativas despidieron a sus profesores más progresistas e impusieron una instrucción chovinista, que caracterizó todo el periodo.
[417] La posterior reducción parcial de la Administración no supuso alivio alguno al Estado,[418] ya que los funcionarios despedidos fueron en realidad jubilados a cargo del presupuesto.
[425] Bethlen abandonó la confrontación con la Iglesia católica por sus prerrogativas y su poder que, en todo caso, ya se había moderado en vísperas de la guerra.
[432][434] El declive, sin embargo, sí que se notó en la Administración y en la política, donde la comunidad redujo drásticamente su presencia.
[293] Las sectas religiosas se extendieron por el agro magiar durante este periodo, símbolo de la desesperación apática por la miseria.
[453] El proletariado urbano recibió un mejor trato del régimen neocorporativista de Bethlen, al que este otorgó un papel político limitado.
[461][108] El número de desempleados creció rápidamente hasta 1932, se estancó en los años siguientes y en 1937 aún no había disminuido por debajo del nivel anterior a la crisis.
[29] Este cambio fue el primero mal visto entre las potencias rivales al Eje y desaconsejado por algunas destacadas figuras políticas del país.