Tras ser capturado y juzgado por un tribunal popular, fue ejecutado junto con otros miembros de su antiguo gobierno.
Fue destinado inmediatamente al frente, donde sirvió hasta el final de la Primera Guerra Mundial,[1] durante treinta y seis meses.
En 1923 fue enviado a la Escuela del Estado Mayor, donde destacó y donde se graduó en 1925 con el grado de capitán;[1] formó parte del Estado Mayor húngaro hasta 1931, cuando agentes de policía le denunciaron por participar en política.
[2] En la remota guarnición, tuvo tiempo de leer a fondo teorías políticas diversas.
[7][6] Alabada como una revelación por sus partidarios y rechazada como una fantasía paranoica por sus críticos, la teoría de Szálasi —una de las variantes del fascismo magiar— otorgaba a los húngaros un papel fundamental en el nuevo orden mundial, junto a alemanes —que debían dominar un imperio occidental— y japoneses —que debían hacer lo propio en oriente—.
[8][9] Los húngaros quedarían en una posición intermedia, como señores de una federación europea sudoriental formada por unidades étnicas.
[12] En Transilvania, una de las regiones que debían conformar el nuevo Estado, la minoría magiar recuperaría su antigua supremacía.
[12] El papel dominante del país debía corresponder a los magiares, de los que saldría la elite.
[12] Otorgaba al Ejército un papel crucial como garante de su sistema político.
[15] No aclaró, sin embargo, cómo pensaba realizar la necesaria reforma agraria.
[15] Los únicos matrimonios válidos serían los religiosos[17] y el papel de la mujer quedaba restringido al hogar.
[17] Opuesto al Parlamento elegido mediante votaciones amañadas, respetaba, empero, el puesto del regente.
[17] Esperaba instaurar un sistema similar a que existía en Italia entre Mussolini y el rey Víctor Manuel III.
[18][17] El número de miembros del partido varió notablemente durante su existencia y no se tienen datos concretos.
[1] El partido fue creciendo poco a poco y en 1937, tras una visita de Szálasi y Csia a la Alemania Nacional Socialista que le causó una profunda impresión, modificó su estrategia, anteriormente dirigida fundamentalmente hacia las clases medias y empleados públicos, para orientarla a captar la atención de la clase trabajadora.
[23] Contaba asimismo con notable apoyo entre los altos oficiales del Ejército, en parte debido al pasado militar de Szálasi.
[1][24] Tras ser liberado por la policía y viajar a Alemania,[24] fusionó temporalmente varios grupos políticos extremistas en torno a sí,[25] fundando el Movimiento Hungarista-Partido Nacional Socialista Húngaro (Magyar Nemzeti Szocialista Párt-Hungarista Mozgalom), con una marcada ideología nacionalista, antisemita y totalitaria, con el que comenzó a cosechar un soporte considerable entre las clases trabajadoras.
[28] En sus frecuentes viajes por todos los puntos del país, causaba admiración entre sus partidarios al recordarles por sus nombres.
[32] Su estancia en prisión incrementó su popularidad,[33] manteniéndose influyente en la política húngara, aunque muy perseguido.
[33] La organización, sin embargo, quedó controlada por Emil Kovarcz, veterano miembro del destacamento Ostenburg y asesino de Béla Somogyi y Béla Bacsó, que impuso tácticas terroristas.
En las elecciones de 1939, realizadas con sufragio secreto (recién restaurado), obtuvo treinta y un escaños en el Parlamento húngaro y se convirtió en el segundo partido más votado de Hungría.
Durante este tiempo se estableció el llamado «gueto internacional» en Pest, que permitió dar cobertura diplomática y proteger a parte de la población judía, pese a la oposición de los alemanes que consideraban ilegales los pasaportes expedidos.