Nicéforo II

Nicéforo entró en el ejército siendo muy joven y, bajo Constantino VII, llegó a ser general de la frontera oriental.

[1]​ Durante la guerra con los sarracenos sufrió al principio una grave derrota (956), de la que se vengaría en los años siguientes con sucesivas victorias en Siria.

Tras recibir unos honores poco comunes por su triunfo, volvió al este con un gran ejército muy bien equipado.

En las campañas de 962-963, gracias a su brillante estrategia, se abrió paso a través de Cilicia hasta Siria y tomó Alepo, aunque no consiguió conquistas duraderas.

En 967 hizo las paces con los musulmanes de Kairuán y se volvió contra el enemigo común de ambos, el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Otón I, que había atacado las posesiones bizantinas en Italia; pero tras algunos éxitos iniciales, sus generales resultaron derrotados y recluidos a la costa meridional.