Laberinto de Creta

[1]​ En la actualidad, se piensa que la leyenda del laberinto tiene su base en el palacio de Cnosos.

Fue el constructor del laberinto, donde Minos hizo encerrar al Minotauro, que era aplacado periódicamente con sacrificios humanos.

Caído Dédalo en desgracia, fue encerrado, junto a su hijo Ícaro, en el mismo laberinto.

[5]​ Teseo mató al Minotauro y, siguiendo el hilo de Ariadna, logró salir del laberinto.

Egeo esperaba en el cabo Sunión, punto estratégico para observar los barcos que se acercaban a Atenas.

El Minotauro es una reminiscencia del culto que se rendía al toro como encarnación de la divinidad.

Durante siglos conservaron, sometiéndolo a continuas reparaciones, el barco en que Teseo había partido para Creta y que usaban como navío sagrado para llevar cada año la embajada que asistía a las fiestas de Apolo en Delfos El laberinto de Minos pudo ser en efecto el complejo de Cnosos cuyas estancias y corredores pudieron considerarse un auténtico laberinto para los atenienses cuando buscaron al rey para asesinarlo.

[8]​ También bajo el nombre de "ciudad de Troya" se conoce a los laberintos de césped británicos, los cuales podrían haber sido llevados a esa región a través del Mediterráneo por agricultores neolíticos del tercer milenio a. C. Los escolares británicos durante la Semana Santa caminaban sobre unos diseños laberínticos trazados en el suelo, hasta el siglo XIX.

Moneda de plata de Cnosos en la que se representa el laberinto.
Plano del Palacio de Cnossos.
Mosaico romano de Recia en el que se representa a Teseo y al Minotauro en el laberinto.