El caballero de la mano en el pecho

[4]​ Restos de una firma, posiblemente apócrifa, en letras griegas mayúsculas: ΔΟΜHΝΙΚΟΣ ΘΕΟΤΟΚOΠΟYΛΟΣ EΠΟIΕΙ.[5]​[6]​ En la última restauración realizada, se descubrió que el fondo del lienzo no era negro sino gris claro, resaltando la figura, además de una luz exterior que ilumina el rostro.Igualmente, puso en evidencia los ricos matices del ropaje oscuro, confirmando la influencia de la escuela veneciana.[8]​ Según Gregorio Marañón, el ligero alargamiento del rostro y de la mano derecha del caballero, contribuye sustancialmente a la elegancia y al misterio de esta obra.Sin estas pequeñas pero magistrales correcciones, el personaje perdería su aire heroico, y mostraría lo que probablemente fue: un honrado servidor de la Monarquía Española.