Expedición de los Diez Mil

No fue muy difícil, ya que numerosos hoplitas se encontraban inactivos a finales de la guerra del Peloponeso.

Ciro reunió a su ejército, compuesto por tropas griegas y persas, en la ciudad de Sardes (Asia Menor).

Una vez que el ejército sorteó esta región y llegó a los límites del Éufrates, no pudo seguir ocultando la verdad: los soldados se indignaron al principio, pero se apaciguaron por la promesa de generosas pagas.

Según Jenofonte, el rey persa contaba con 1 200 000 hombres, pero las fuentes modernas estiman 120 000.

Los mercenarios griegos formaron la falange en el ala derecha (posición estratégica en la historia militar de la antigua Grecia).

Las tropas de Artajerjes avanzaron por el otro flanco, tomando posesión del campamento rebelde.

Jenofonte en su Anábasis cuenta que no hubo pérdidas en el contingente griego, solo algunos heridos.

El ejército griego concluyó primero una tregua con Artajerjes, que no quería arriesgarse a perder más hombres.

Atravesaron primero el desierto de Siria, Babilonia, después la Armenia nevada, para regresar a su patria.

[1]​ Les quedaban aún 1000 km por recorrer, con escasez de alimento y agua.

Sin embargo, los griegos no se habían librado: les hacían falta barcos.

En líneas punteadas, la ruta de Jenofonte y los Diez Mil, llegando hasta el corazón de Persia .
Batalla de Cunaxa
Mapa antiguo: el contingente griego se dirigiría hacia el norte de Asia Menor, región de Capadocia y Paflagonia (costas del mar Negro ), para así retornar a Grecia
El ateniense Jenofonte . Escritor y mercenario que participó en la Expedición. A su regreso, fue honrado en Esparta . En su obra Anábasis Describió sus vivencias durante esta expedición.