[1] En el caso del griego antiguo existen dos sistemas principales: el tradicional, basado en las transcripciones latinas de textos griegos; y el científico, más reciente y fiel, al ser totalmente reversible, al contrario que el sistema tradicional.
Dado que la correspondencia entre grafías y sonidos del griego antiguo es muy alta, el resultado es muy parecido a una transcripción.
En 1982 se introdujo la ortografía monotónica oficialmente para el griego moderno, en la que los únicos signos de acentuación que se mantienen son la tilde aguda (indicando la sílaba acentuada), y la diéresis (indicando cuando dos vocales consecutivas no deben ser combinadas).
Tanto la tilde aguda como la diéresis se mantienen tal cual en el proceso de romanización recomendado por las Naciones Unidas, por lo que deben escribirse al transliterar griego moderno.
Aunque no existe ningún sistema de transcripción adoptado oficialmente, se pueden usar las siguientes reglas mostradas a continuación: