[9] Llegaron a Anatolia procedentes del Asia Central a finales del siglo X dirigidos por Selyuq, que dio su nombre tanto al sultanato como a la dinastía selyúcida, y entre mediados del siglo XI y finales del siglo XIII, causaron estragos entre bizantinos y árabes, acabaron con el Califato abasí y debilitaron considerablemente al Imperio bizantino con su empuje religioso hacia Occidente.
Desde sus tierras natales cerca del mar de Aral, los selyúcidas avanzaron primero hacia Jorasán y luego entraron la Persia continental.
Toğrül fue sucedido por su sobrino Alp Arslan (r. 1063-1072), que fue el verdadero fundador del Imperio selyúcida, con capital en Rayy (actual Teherán).
Alp Arslan conquistó Alepo (1070), Armenia y comenzó las incursiones a los territorios orientales del Imperio bizantino.
En 1071, venció a las tropas del emperador Romano IV Diógenes (el cual cayó prisionero) en la batalla de Manzikert, que dio inicio al poder turcomano en Anatolia, lo que será el origen del sultanato de Rüm.
Al morir Malik Shah, estalló una guerra civil que acabaría con el imperio.
Los selyúcidas desempeñaron un papel fundamental en la historia medieval, siendo un tampón que protegió a Europa contra los invasores mongoles del este, y defendió al mundo islámico contra las cruzadas europeas (primera y segunda), uniendo el paisaje político fracturado del mundo islámico oriental.
Conquistaron grandes extensiones del Imperio bizantino, que prácticamente desmantelaron, siendo sus sucesores, los turcos osmanlíes, quienes asestaron el golpe de gracia.
[21] Iban dirigidos por un jefe llamado Selyuq ibn Duqaq o Selchuk, del que procede el nombre de la dinastía y que hacía remontar sus orígenes al mítico rey Afrasiab a través de treinta y cuatro generaciones.
Mahmûd los contuvo, pero no los aniquiló, y a su muerte (1030), aprovechando la crisis sucesoria de los gaznavíes, los nómadas selyúcidas reanudaron su avance con más fuerza.
Los nietos de Selyuq, Toğrül Beg (r. 1037-1063) y su hermano Chaghrï Beg Dawud, comandaban un gran ejército formado cuando su tío Arslan Isrâîl había sido mercenario de los gaznávidas, y se convirtieron en una amenaza para los territorios del sultán Masûd I.
[25][23] La tribu empezó a hacer incursiones por todo el norte de Irán, ocupando ciudades y exigiendo un rescate por ellas.
La devastación dejada por esa incursión selyúcida fue descrita por el bizantino, Eustathios Boilas, en 1051/1052, como tierras «asquerosas e inmanejables... habitadas por serpientes, escorpiones y bestias salvajes».
El cronista árabe Ibn al-Athir detalló que Ibrahim consiguió 100 000 cautivos y un vasto botín cargado en los lomos de 10 000 camellos.
En 1055, Toğrül capturó la capital Bagdad de los chiitas búyidas ante la solicitud del califa abasí.
En 1057 Ibrahim inicio una revuelta, apoyado por los fatimíes, contra su hermanastro el sultán Toğrül para derrocarlo.
Toğrül fue sucedido, por su sobrino Alp Arslan (r. 1063-1072), hijo de Chaghri Beg, que fue el verdadero fundador del Imperio selyúcida, con capital en Rayy (actual Teherán).
[32] Un ataque de represalia por parte del emir selyúcida Ahmad derrotó a los georgianos en Kvelistsikhe.
[12] Malik Shāh I trasladó la capital real a Isfahán y durante su reinado fue cuando el gran sultanato selyúcida alcanzó su cénit, siendo considerado como la edad de oro de los «grandes selyúcidas».
La viuda Turkan Khatun disponía del tesoro y tenía por tanto un cierto control sobre el gobierno, e hizo proclamar sultán en Bagdad a Mahmud ibn Malik-Shah, de solo 4 años.
La cruzada popular que llegó en 1096 fue derrotada fácilmente, pero no pudieron detener el progreso del ejército de la cruzada de los Príncipes, que en su marcha hacia Jerusalén (Al-Quds) tomó importantes ciudades como Nicea (İznik), Iconio (Konya), Cesarea Mazaca (Kayseri) y Antioquía (Antakya).
No se pudo sostener y fue eliminado por su tío Muhammad Tapar (r. 1105-1118) que lo hizo matar junto con su atabeg (1105).
Al principio del reinado de Mahmud II, su rey vasallo Garshasp II, que había sido el favorito de su padre Muhammad I, cayó en desgracia e hizo que Mahmud enviara una fuerza militar a Yazd, siendo arrestado Garshasp y encarcelado en Jibal, mientras su reino era concedido al copero real.
Los selyúcidas fueron derrotados y huyeron del campo de batalla, siendo atropellados por la caballería georgiana durante varios días.
Aunque Sanjar logró escapar con vida, muchos de sus parientes cercanos, incluida su esposa, fueron llevados cautivos.
Cuando Ahmad Sanjar murió en 1157, el sultanato se fracturó aun más y convirtió a los atabegs en efectivamente independientes; Luego de la segunda cruzada, un general del sultán sirio Nur ad-Din llamado Shirkuh (de origen kurdo), que se había establecido en Egipto en tierras del califato fatimí tras ser enviado por su señor para proteger a los fatimíes de los cruzados, fue sucedido por su sobrino Salah al-Din Yusuf (llamado en Occidente Saladino), el cual fue nombrado protector del decadente califato fatimí.