Batalla de Cannas (1018)

[1]​ Los lombardos también habían contratado caballeros normandos como mercenarios[2]​ a cuya cabeza se encontraba Gilbert Buatère, mientras que Boioanes incorporaba un destacamento de élite de la Guardia Varega que él mismo había solicitado para hacer frente a los normandos.

La batalla fue desastrosa para los lombardos, que fueron aplastados.

[1]​ Melo de Bari consiguió alcanzar los Estados Pontificios y, finalmente, la corte del emperador Enrique II en Bamberg.

Sin embargo, los supervivientes fueron los primeros normandos en ir al sur de Italia.

Al cabo de un año, una guarnición normanda se estableció en Troia a sueldo del Imperio bizantino.