Una de ellas, Sinope fue raptada por Apolo y llevada al lugar donde actualmente se encuentra la ciudad que por ella recibe el nombre de Sinope.
[6] Otros dicen que los argonautas pisaron la tierra de Asiria.
Allí se dice que Zeus, engañado por sus propias promesas, estableció a Sinope, la hija de Asopo, y le concedió la virginidad.
Pues él deseaba su amor y accedió a otorgarle lo que en su corazón anhelara.
Así también burló a Apolo que ansiaba compartir su lecho y, tras ellos, al río Halis.