Su sucesor, Octavio, más conocido como César Augusto, completó la obra de su padre adoptivo y transformó al Mediterráneo en un verdadero «lago romano».
[26] Por otra parte, tan pronto como estos pueblos se sedentarizaron y rigieron sus comunidades por leyes, lo hicieron en latín porque su propio idioma no tenía escritura.
[52] La paz duró ocho años hasta que Cosroes invadió la Mesopotamia romana, capturó Antioquía y retomó Lazia el año siguiente.
[58] Si los tres primeros libros fueron publicados en latín, las Novelles, que recogieron las ordenanzas promulgadas después de la aparición del Codex, fueron escritas en griego.
Constante II heredó un imperio reducido a Anatolia, Armenia, África del Norte y una parte de Italia, todos ellos territorios amenazados.
Al igual que su padre, Constantino IV (650-685) debió luchar contra Muawiya, quien encabezó el sitio de Constantinopla, cuyas murallas habían sido restauradas y la flota reconstruida.
En 711, Justiniano II lanzó una expedición contra Jersón en Crimea para detener el avance de los jázaros; sin embargo, la marina imperial se rebeló y sitió Constantinopla, que le abrió sus puertas.
La reacción de la multitud fue violenta y varios soldados que habían ido a cumplir la orden del emperador fueron masacrados en el acto.
Para señalar bien que ella era la única cabeza del imperio, Irene llevó durante este período el título de basileus y no basilissa.
[100] Durante este tiempo, el Papa había coronado emperador a Carlomagno en 800, al alegar que una mujer no podía cumplir esta función.
[Nota 1] Aunque él mismo era iconoclasta, Miguel buscó un terreno común con los iconódulos y probablemente lo hubiera logrado, de no haber sido por la oposición del papa Pascual I.
[115] Centrada por años en el Asia, desde entonces, la política bizantina prestó más atención a lo que sucedía al norte de sus fronteras e inició relaciones fructíferas con la Rus'.
No obstante, sus planes fracasaron porque, en enero de 945, fueron también arrestados y enviados al exilio, dejando así solo a Constantino VII (905-959) en el trono.
Combatió en primer lugar a los árabes, de quienes tomó Chipre, Tarso y Mopsuestia en 965; cuatro años después, caía Antioquía, seguida por Alepo.
Dos meses más tarde, Zoe se casó por tercera vez con el aristócrata Constantino Monómaco (o Konstantinos Monomakhos), a quien hizo coronar al día siguiente.
No obstante, si Constantino IX estuvo siempre a la defensiva, supo dar prueba de dinamismo y energía en la lucha contra los adversarios exteriores.
Isaac Comneno (1007-1060 o 1061) no conservó el poder más que dos años y tres meses antes de ser forzado a abdicar.
Decidió entonces emprender una campaña contra los selyúcidas que habían multiplicado sus incursiones en Asia Menor; sin embargo, fue derrotado y capturado en la batalla de Manzikert en 1071.
[165] No fueron tanto las guerras civiles como la pérdida de casi todos los territorios conquistados bajo la dinastía macedónica lo que marcó este período.
Una segunda tentativa no tuvo mayor éxito y el llamado lanzado por Amalarico en Occidente a favor de una nueva cruzada quedó en letra muerta.
Así, su derrota en Miriocéfalo contra los selyúcidas permitió a estos últimos mantenerse como una potencia amenazante sobre un territorio que, un siglo antes, todavía era bizantino.
Dado que se presentó resuelto a extirpar el vicio por todos los medios posibles, Andrónico atacó la venalidad de los cargos en Contantinopla y las extorsiones practicadas por los agentes del fisco en las provincias.
Así, a partir del siglo XI, la división religiosa entre el Imperio bizantino y Occidente fue tan profunda que la reconciliación pareció inconcebible.
Ubicado al noroeste del Peloponeso, tenía a Andravida como centro y se mantuvo bajo una forma cada vez más reducida hasta 1430 cuando fue conquistado por los griegos de Mistrá.
Teodoro fijó la capital en Nicea y se aplicó a establecer un imperio copiado exactamente de las tradiciones que habían sido costumbre en Constantinopla.
No obstante, esta unión contra un reino fiel a Roma exigió que rompiera la alianza sellada por Kaloyan con la Iglesia romana para poder establecer un patriarcado ortodoxo en Tirnovo.
[236] En el plano exterior, Miguel VIII y sus compatriotas estaban convencidos, no sin razón, que Occidente intentaría lanzar una nueva cruzada para recuperar Constantinopla.
Gracias a brillantes intelectuales como Teodoro Metoquites y Nicéforo Choumnos, se estableció una nueva academia que prefiguró aquellas del Renacimiento italiano.
Juan Cantacuceno, que dirigía la política interior del imperio desde hacía muchos años, esperaba ser nombrado regente; sin embargo, el patriarca Juan Kalékas convenció a la emperatriz madre que él mismo, quien había sido nombrado regente en dos ocasiones durante la ausencia de Andrónico, debía volver a hacerse cargo.
Mehmed II no dejó nada al azar y las fuerzas en presencia eran desproporcionadas para que el resultado del combate sea incierto.
Teodosio II
logró que
Atila
se retirase tras pagarle un fuerte tributo. Por primera vez, el Imperio bizantino utilizó sus riquezas para hacer frente a las amenazas que pesaban sobre sus fronteras. Esta práctica se convirtió en una constante de la diplomacia bizantina.
Belisario
rechaza la corona ofrecida por los godos
Fresco de
Piero della Francesca
que retrata la guerra entre los persas
sasánidas
y los bizantinos. Si bien
Heraclio
logró derrotarlos, la guerra fue larga y costosa y debilitó considerablemente las provincias orientales del imperio. Desde entonces, la conquista musulmana de estos territorios fue mucho más fácil.
Utilizado en condiciones idóneas, el
fuego griego
era muy eficiente y constituyó un activo estratégico para los bizantinos, de forma que les fue posible repeler a los árabes tras el
primer asedio de Constantinopla
(674-678).
Al hacerse coronar emperador,
Carlomagno
desafió la universalidad ostentada por el Imperio bizantino, que se consideraba el único heredero del Imperio romano.
Icono que celebra el triunfo de la ortodoxia sobre la iconoclasia. Este acontecimiento es aún celebrado hoy en día como el
Triunfo de la ortodoxia
.
Icono
de
Cirilo y Metodio
. Por medio de la evangelización de los
pueblos eslavos
, los dos hermanos incrementaron considerablemente la esfera de influencia cultural de Bizancio.
Al fundar la
dinastía macedónica
,
Basilio I
se encuentra en el origen de la era gloriosa del Imperio bizantino bajo su forma medieval.
Cristo coronando a Constantino VII
(945). Si bien
Constantino VII
gobernó poco, sus obras literarias fueron de gran importancia histórica para la comprensión del Imperio bizantino.
Cuestionado en el frente interno,
Nicéforo II Focas
obtuvo muchos éxitos en el exterior.
Un manuscrito bizantino que representa a
Basilio II
.
El Imperio bizantino en 1025.
El Cristo entre
Constantino IX
y
Zoe
.
Mosaico
de
Santa Sofía
. Puesto que sus prácticas dispendiosas arruinaron el tesoro imperial, el emperador Constantino IX representó el inicio del declive en el que hundió al Imperio bizantino en torno al año 1050.
Alejo I recibe a los cruzados. Si efectivamente pidió que Occidente le enviara tropas, esperaba ver llegar mercenarios y no ejércitos enteros, cuyo objetivo era conseguir fundar principados independientes.
Absorto por proyectos ambiciosos y lejanos,
Manuel I Comneno
olvidó a veces las amenazas más urgentes.
El Imperio bizantino en 1180.
La humillación de Andrónico simbolizó la impopularidad de este en un momento en que el Imperio bizantino enfrentaba amenazas cada vez más urgentes y peligrosas. La
masacre de los latinos de Constantinopla
al inicio de su reinado contribuyó de esta manera a incrementar la brecha entre el imperio y la
cristiandad
occidental.
Las tensiones relaciones con el paso de la
tercera cruzada
acaudillada por
Federico Barbarroja
sobre el territorio del Imperio bizantino constituyeron el preludio de la catástrofe de 1204.
La entrada de los cruzados en Constantinopla, óleo de
Eugène Delacroix
(1840).
Situación del Imperio bizantino después de la
cuarta cruzada
, en 1204.
Tras combatir exitosamente con el Imperio latino y los selyúcidas,
Teodoro I Láscaris
hizo posible que el
Imperio de Nicea
se convirtiera en una potencia regional duradera, susceptible de partir al asalto de Constantinopla.
Hyperpyron
que representa a Juan III, cuya exitosa política exterior permitió al Imperio de Nicea establecer sólidamente en Europa y preparar la reconquista de Constantinopla.
Situación del Imperio bizantino en 1230.
El Imperio bizantino bajo Miguel VIII, en 1265.
Miniatura de la época que representa a Miguel VIII Paleólogo. Si bien logró restaurar el Imperio bizantino, lo dejó arruinado financieramente al final de su reinado.
Lejos de ser un emperador incapaz como a veces se lo ha descrito,
Andrónico II Paleólogo
debió hacer frente a numerosos desafíos con los recursos disminuidos del imperio.
El Imperio bizantino al final del reinado de Andrónico II.
A pesar de sus esfuerzos, Andrónico III no pudo interrumpir el profundo declive del Imperio bizantino.
Implicado en la segunda guerra civil del primer Paleólogo, Juan VI describió esta como «la peor de las guerras civiles que los romanos hubieran tenido experiencia, un conflicto que destruyó prácticamente todo, condenando al gran imperio romano a no ser más que la sombra de sí mismo». En efecto, los vecinos del imperio se beneficiaron de esta guerra para extender a sus expensas.
Mapa del
Oriente Próximo
hacia 1389. El Imperio bizantino (en lila) se redujo a algunos territorios en torno a Constantinopla. Tras la ocupación de
Galípoli
, los otomanos (verde oscuro) extendieron rápidamente su hegemonía sobre la
península balcánica
sometiendo a Serbia, lo que les dio una gran ventaja sobre los demás emiratos turcos rivales en
Anatolia
(en verde claro).
La derrota de
Nicópolis
en 1396 simbolizó la incapacidad cristiana por salvar Constantinopla.
El Imperio bizantino en 1403, tras la derrota otomana en
Ankara
.
Murad II
, que intentó conquistar Constantinopla infructuosamente en 1422.
Fotografía del palacio de
Mistra
. Esta ciudad ubicada fue uno de los centros más grandes del renacimiento helénico a partir de la influencia de
Georgios Gemistos
.
Juan Bessarion
fue uno de los mayores promotores de la cultura griega en Italia y contribuyó de esta forma a la generalización del movimiento del
Renacimiento
.