Tamerlán, por su parte, había utilizado sus dominios cerca de Samarcanda para crearse un imperio que iba desde Rusia hasta China.
Beyazid había cometido lo que luego probó ser un error: en 1400, intentó imponer su soberanía sobre el emir Taherten, súbdito de Temür (quien le tenía gran aprecio por su labor como guardián de sus fronteras en el Asia Menor, a punto de haberle regalado un elefante que había capturado en su campaña a la India), que gobernaba en Erzincan y Erzurum.
Pero mientras Temür guerreaba con los mamelucos en Siria, Beyazid tomó Erzincan, capturando a la familia de Taherten.
Finalmente, al atardecer decidió retirarse después de ver a su guardia aniquilada.
De todas maneras, Tamerlán, le dio a los otomanos una fuerte sacudida que provocaría un periodo conocido como Interregno otomano, costándoles al menos un par de décadas recuperarse del golpe recibido.