Fue escrito en el siglo XII y dedicado al sultán abbasí de Persia.
En dicho tratado se describían ciertas características de las piedras: como peso, dureza, variedad, localización, etc.
También es relevante el tratado de Tafasi, el cual data del siglo XIII y está dividido en 24 capítulos.
El Lapidario tiene sus orígenes en un texto de Aristóteles, presuntamente apócrifo, que data del siglo IV.
Esta influencia es mencionada en el prólogo del Lapidario Alfonsí, ahí se menciona que anteriormente se escribió un libro en el que el filósofo griego nombró setecientas piedras y las describió dando su color, grandeza, virtud y localización.