A menudo, para destacarse, las letras capitales ocupan varios renglones de alto, y en ocasiones en los manuscritos más antiguos aparecen muy ornamentadas.En los manuscritos insulares, se efectuó una innovación radical, haciendo las capitales mucho más grandes, sin sangría, y con las letras que lleva inmediatamente a continuación también más grandes, pero disminuyendo gradualmente su tamaño (llamado efecto «diminuendo», como en la notación musical).La decoración de las letras capitales en el estilo insular, especialmente en las grandes, fue generalmente abstracta, geométrica o zoomórfica.Más tarde, el impresor veneciano Lorezo Alopa comenzó a imprimir las letras capitales realizadas usando técnicas de grabado en metal o madera.[1] Las letras capitales se clasifican morfológicamente: «rubricada» (rojo), «epigráfica», imitando las mayúsculas romanas, «figurada» (por lo general en miniaturas formadas por hombres y/o animales) o «historiada», que da soporte espacial a escenas de carácter narrativo y que fue muy utilizada durante el período gótico.Excepteur sint occaecat cupidatat non proident, sunt in culpa qui officia deserunt mollit anim id est laborum.Alternativamente, la letra capital puede estar en el margen izquierdo, con el texto dentado, como se muestra a continuación.De esta forma se evoca el «diminuendo» escrito a mano que reduce gradualmente el tamaño del texto en la primera línea.