Ese día del 1960 se considera el inicio de este conflicto armado interno, que causó un gran impacto en términos económicos y políticos.
[46] Finalmente, completó la centralización del poder al eliminar a los alcaldes popularmente electos por intendentes que eran nombrados por el propio presidente.
Es significativo su impulso a las obras públicas, especialmente carreteras, en beneficio de la actividad cafetalera -dominada por inmigrantes alemanes en la Veparaz en donde había sido Jefe Político- y por terratenientes guatemaltecos en el resto del país.
Durante su gobierno se inició con una política de reconciliación y apertura que condujo a que muchos exilados retornaran al país, incluso algunos miembros del Partido Guatemalteco de los Trabajadores (PGT), aunque su actividad siempre fue considerada ilegal; el movimiento sindical, por otra parte, se reactivó.
Cuando el gobierno cortó la red telefónica, los estudiantes reaccionaron, ocupando radioemisoras para transmitir sus mensajes y coordinar así sus acciones.
También llegaron a participar varios partidos políticos de la oposición, quienes maniobraron para tomar el control del movimiento.
De tal cuenta, al crecer las protestas, altos oficiales buscaron contacto directo con los estudiantes para planificar la transición pos Ydígoras.
Una unidad del Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre (MR 13) llegó hasta Olopa, reuniendo a los indígenas ch'ortís, ofreciendo tierra y libertad.
La razón por la que fue elegido como candidato del partido fue por ser un ferviente anticomunista y por sus notables triunfos contra la guerrilla en el oriente guatemalteco.
[113] Los grupos izquierdistas habían aprendido varias lecciones de los primeros intentos fallidos en el Oriente guatemalteco: Pero a pesar de que la guerrilla tenía todo esto claro, falló en todos los aspectos: logró involucrar a los indígenas y realizó una constante campaña psicológica que le surtió efecto originalmente, pero cuando los años pasaron y no se vieron resultados, los indígenas se decepcionaron de la guerrilla y empezaron a ver en mejor forma al ejército guatemalteco.
Como resultado de los vejámenes a que eran sometidos por ambos bandos, muchos campesinos se refugiaron en México y no regresaron sino hasta 1993, durante el gobierno del ingeniero Jorge Serrano Elías.
Así triunfó el binomio de Efraín Ríos Montt y Alberto Fuentes Mohr, quienes ganaron las elecciones, pero su victoria no fue reconocida.
[118] Durante estos años fue diputado en el congreso de Guatemala y cabildeó para impulsar la inversión en esa zona del país.
El ataque obecedió a la solidaridad del EGP con la guerrilla sandinista que en ese momento estaba combatiendo ferozmente al dictador nicaragüense Anastasio Somoza Debayle.
En la tarde, miembros del Ejército los llevaron a un lugar cercano al cementerio público y, con un tractor[124] cavaron un agujero, donde inumaron los cuerpos.
[30] El terror que se desató durante este Gobierno desestructuró todas las organizaciones sociales, políticas y profesionales existentes.
En un caso sin precedentes, el rector dirigió la Universidad desde la clandestinidad por casi dos años, al extremo de ser obligado a salir del país.
Pero fue mucho más difícil reemplazar a los docentes caídos o en el exilio, lo que dio como resultado un marcado descenso en la calidad académica de la institución.
Esto hizo que al Campus Central de la Universdidad de San Carlos se le conociera como una zona roja en donde se vendían estupefacientes con total impunidad; en cuanto a las autoridades universitarias, estas no pudieron eliminar este flagelo, pues los delincuentes estaban fuertemente armados.
No se produjeron enfrentamientos armados en la capital, aunque en el interior del país sí hubo algunos choques de menor importancia.
[ay] Durante su gobierno se fomentaron las Patrullas de Autodefensa Civil (PAC), que en 1985 llegó a tener aproximadamente 500 000 patrulleros en todo el país; se crearon como grupos de hombres civiles organizados coercitivamente por la institución armada como fuerza paramilitar complementaria, que pretendía aislar al movimiento guerrillero y controlar a sus comunidades.
El ejército guatemalteco, paramilitares y grupos guerrilleros indistintamente perseguían a comunidades indígenas;[177] por su parte, líderes sindicales, estudiantes, personas religiosas y otros civiles ―en su mayoría vinculadas con el ala intelectual del proscrito comunista Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT)―[178] bajo la teoría que formaban un ‘enemigo interno’ subversivo, insurrecto dentro de los grupos armados oponentes a la dictadura militar.
Pero todo lo sentenciado por los jueces secretos, según decía la ley, debía quedar resuelto en menos de un mes y como ya no hay fusilamientos los procedimientos legales se enredaron.
La contrainsurgencia había militarizado a la sociedad guatemalteca, creando una atmósfera de terror que suprimió las protestas populares y la insurgencia en sí.
[216] En 1983, la activista indígena Rigoberta Menchú publicó internacionalmente sus memorias durante el período de Lucas García y Ríos Montt en su libro Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia, el cual atrajo muchísima atención internacional a la situación que se vivía en Guatemala.
En ese proceso, el gobierno capturó secretamente a cientos de individuos quienes desaparecieron sin dejar rastro, o que si lo hicieron, fue cuando se encontró su cadáver torturado y mutilado.
El Grupo Contadora fue una instancia multilateral establecida por los gobiernos de Colombia, México, Panamá y Venezuela, en 1983, para promover conjuntamente la paz en Centroamérica.
[152] Luego del asesinato de los estudiantes universitarios, Ligorría fue orador en algunos mítines en la Universidad y participaba en las concentraciones que se realizaron.
El sábado 15 de septiembre a las 14:15 horas salió para Panamá junto con Marco Tulio Montenegro y Byron Milián Vicente.
El general Héctor Gramajo, quien luego sería ministro de la Defensa Nacional, dijo en una entrevista que «quizá los israelíes nos enseñaron inteligencia pero por razones comerciales...