Guerra sucia

Guerra sucia es la locución que se ha utilizado en distintos contextos para indicar situaciones de intervención del ejército, paramilitares y terroristas en la cual se enfrentan contra grupos políticos disidentes y opositores en un país determinado, generalmente al margen de la legalidad vigente.

[1]​ La guerra sucia tiene ciertas diferencias con respecto a una guerra tradicional:[2]​ Como ejemplo, en Colombia, los manuales de contrainsurgencia son muy explícitos en señalar que el enemigo al cual se debe combatir está principalmente entre la población civil.

El manual de 1979 clasifica los paros, las huelgas, las organizaciones estudiantiles, el movimiento sindical y otras formas de organización popular como maneras “como se manifiesta la guerra revolucionaria en el país”.

Los capítulos más extensos de estos manuales están dedicados a la “inteligencia” y a la “guerra psicológica” y en ellos se prescriben infinidad de métodos de control, hostigamiento y represión contra la población civil, sin detenerse ante los procedimientos más repugnantes éticamente.

También se limitan las condiciones (métodos y medios empleados: prohibir ciertos tipos de armas y de procedimientos, como minas, cilindros, bombardeos desde el aire, fumigaciones, armas trampa, procedimientos-trampa cercanos a la perfidia, etc.)