Durante la administración del presidente estadounidense Dwight D. Eisenhower, se fijó el cuartel operativo en Opa Locka, Florida.
La decisión de quién de los opositores encabezaría la invasión en el plano político tomó más tiempo que el operativo final, debido a que la oposición anticomunista guatemalteca estaba fuertemente dividida.
Finalmente fue escogido al coronel Carlos Castillo Armas, un decidido rival en el ámbito castrense del presidente Arbenz.
Durante el encuentro, Castillo Armas no tuvo mayor problema para dejar en claro su deseo de entrar a Guatemala investido con amplios poderes personalizados.
Pero aún más importante, derogó la Constitución democrática de 1945 y la Ley de Reforma Agraria, contenida en el Decreto 900, con lo cual se dejaba sin efecto la distribución de la tierra a los campesinos y todas las tierras que ya habían sido repartidas, fueron devueltas a los terratenientes del país y a la United Fruit Company.
Acto seguido les hicieron marchar con las manos en alto y haciéndoles abordar un tren, les remitieron de regreso hacia el Oriente del país, rumbo a Zacapa; de esta forma demostraron lo débil del ejército de liberación y pusieron en evidencia la pasividad del Ejército durante la invasión.
Posteriormente se abrió nuevamente el plantel de estudios militares, bajo la dirección del coronel Carlos Arana Osorio, en 1955.
El puerto se construyó hasta después del terremoto de 1976, pero para entonces ya había quebrado la United Fruit Company y su sucesora, Chiquita Brands International ya no tenía el mismo poder e influencia en el gobierno de los Estados Unidos.
Se anularon los derechos adquiridos durante la revolución de 1944, en especial los concedidos por la Reforma Agraria.
Una vez en el poder, hay evidencia de la premura con que el gobierno liberacionista dirigió sus acciones para conseguir documentación inherente a eventuales instrucciones especiales que durante los “dos gobiernos anteriores” se hubieran otorgado para facilitar los viajes de políticos y comunistas.
Sus funciones en ese sentido se veían facilitadas tanto por los estrechos vínculos con los servicios de inteligencia locales así como también por las sumas de dinero invertidas discretamente en periodistas que habitualmente difundían “noticias” dirigidas a ponderar al nuevo régimen guatemalteco.
[3] Otros sectores también fueron perseguidos; diversas fueron las medidas del nuevo Gobierno en contra de los simpatizantes y colaboradores del Gobierno anterior: En el plano político, aunque el partido perdió las elecciones presidenciales de 1966, logró gobernar desde 1970 con el general Carlos Manuel Arana Osorio y desde 1974 con el general Kjell Eugenio Laugerud García.