El No Nos Tientes, cuando pudo circular, cumplió con poner al descubierto lo sucio e inconfesable de aquellos regímenes, los cuales suprimieron su aparición.
Los estudiantes de esa época contaban con cierta vocación histriónica, y dieron paso a pequeños números o «sketchs», que acuñaron para los años subsiguientes un esquema de representaciones que alternaba las actuaciones de conjuntos que hablaban, bailaban o cantaban en forma combinada con los discursos jocosos.
La Huelga de Dolores continuaría realizándose durante los cinco años posteriores; sin embargo, a partir de 1903 y debido a las sangrientas represiones del Gobierno del mandatario Manuel Estrada Cabrera la huelga no se realizó, y las únicas actividades satíricas se realizaban a través de los periódicos Vos Dirés, que ya no se imprimió desde 1902[11], y No nos Tientes, que también dejó de imprimirse en 1908.
[11] Las imprentas estaban bien vigiladas por los agentes del presidente Estrada Cabrera, pero los estudiantes se las ingeniaban para imprimir un «Decreto» y un «Programa de actividades» en los que se hacía crítica mordaz al régimen sin necesidad de insultos ni palabras soeces.
[13] La huelga no podía salir a las calles y se celebraba en el interior de la Facultad, así que después de algunas clases, se separaron en los grupos que se encargarían de las distintas comisiones huelgueras; el tranvía que anteriormente les prestaba sus rieles y carros para sacar las carrozas a la calle se negó a prestarlo por miedo a represalias del gobierno.
[17] El presidente Estrada Cabrera estaba afuera en su carruaje, y la policía había querido entrar porque él tenía la intención de visitar a los estudiantes en su huelga; pero los agentes se precipitaron con el resultado ya descrito y la Huelga ya no se celebró sino hasta después del derrocamiento de Estrada Cabrera en 1920.
[d] En 1921, se retoma la tradición de escribir el No Nos Tientes y de celebrar el Desfile Bufo; esta actividad fue dirigida por estudiantes de las tres unidades académicas que existían entonces (Derecho, Medicina y Farmacia), entre cuyos líderes se destacaban David Vela, Epaminondas Quintana, Alfonso Orantes, José Luis Balcárcel, Joaquín Barnoya, Clemente Marroquín Rojas, Miguel Ángel Asturias, entre otros.
En el deseo de prestar apoyo a los jóvenes Estudiantes Universitarios y con el propósito de que tengan un local adecuado para celebrar sus reuniones y editar sus periódicos científicos,
Concederles gratuitamente el uso del edificio que ocupa actualmente la Escuela Nacional de Niñas «Manuel Cabral» situado en la 10a.
Ahora bien, es importante destacar que las opciones para colocarse, ascender y publicar en Guatemala de entonces eran limitadas, ya que la vieja guardia de escritores e intelectuales esperaba de las generaciones jóvenes deferencia y respeto; ante esa situación la generación del 20 trató de ampliar el mercado cultural, creando la Universidad Popular en 1922 para aumentar la instrucción del obrero guatemalteco y acercándose al socialismo para criticar el orden establecido.
[22] Este compromiso con los intereses de los obreros e indígenas fue únicamente una estrategia para colocarse políticamente en la esfera pública; la Generación del 20 compartía con la vieja guardia liberal cabrerista desprecio y temor por las culturas populares.
En 1931 es electo presidente el general Jorge Ubico Castañeda, quien retira la autonomía a la Universidad y reprime al movimiento huelguero.
Ese año, un grupo de estudiantes salvadoreños había llegado a Guatemala invitado por los universitarios guatemaltecos, pero el gobierno no permitió que el tren llegara a la estación.
Por otra parte, se crearon las Facultades de Humanidades, Ciencias Económicas y Agronomía, para realizar estudios sobre la realidad social e histórica del país y para brindar la oportunidad de que no solo los bachilleres del Instituto Nacional Central para Varones cursaran estudios superiores.
Subsecretarios de Estado, diputados al Congreso de la República, directores generales, asesores, así como dirigentes de los nuevos partidos políticos -tales como el Frente Popular Libertador (FPL), el Partido Acción Revolucionaria (PAR) y el futuro Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT)- llegaban con frecuencia a la Facultad.
[f] En la AED aprendían a mocionar, argumentar, e impugnar, así como a respetar las decisiones de la mayoría, en un clima que entremezclaba momentos de seriedad con bromas, aplausos, rechiflas y burlas, sobre todo, según cuenta Carlos Guzmán-Böckler en su artículo La Huelga de Dolores que conocí con mi generación (1947-1977), «cuando alguien decía una o varias muladas».
Una respuesta jubilosa dio paso a una etapa más en la vida azarosa de la chusca y controvertida festividad estudiantil.
Esa puerta fue cerrada por el nuevo gobierno, encabezado por Carlos Castillo Armas.
El Comité de Defensa contra el Comunismo, creado por la influencia del Macartismo norteamericano, fue la versión guatemalteca de la inquisición anticomunista que se estaba viviendo en los Estados Unidos.
Los ex-huelgueros del 45, ya profesionales graduados para entonces, empezaron a participar como redactores en el No Nos Tientes.
[30] Hasta 1954, los estudiantes universitarios mostraban su rostro libremente durante el Desfile Bufo.
[29] En 1956, el arzobispo Mariano Rossell y Arellano volvió a excomulgar a los estudiantes universitarios por una parodia que éstos hicieron del «Padre Nuestro» incluida en un solemne «Te Veum» en la que se recitaba: «Padre nuestro… que estás en Washington, vilipendiado sea tu nombre… Carlos Castillo Armas, venga a nos tu banano… United Fruit Company… Amén.»[29] Al iniciar el gobierno del licenciado Julio César Méndez Montenegro en 1966, no se dio la apertura política esperada y la Huelga permaneció proscrita hasta 1968,[29] año en que se reiniciaron las actividades.
De esta forma, el periódico estudiantil fue redactado de la siguiente forma: En 1971 fue asesinado Adolfo Mijangos López, por oponerse férreamente a la concesión de la explotación de níquel a la empresa canadiense EXMIBAL;[31] al año siguiente, pese a las amenazas del gobierno de Carlos Arana Osorio -quien para entonces ya había otorgado la concesión a los canadienses-, los estudiantes celebraron la velada de la Huelga en donde se cantó un homenaje a Mijangos López con serias acusaciones contra el gobierno y los supuestos autores intelectuales del crimen:[29] «Que de donde Fito[g] vienes, del panteón de los caídos que edifica el General,[h] a contarles mi tragedia sucedida en una tarde al año que entró el Chacal,[i] como ustedes lo recuerdan me mataron por la espalda e indefenso estaba yo, pues siendo universitario no cargaba guardaespaldas por ser un intelectual,[j] los esbirros asesinos pertenecen a la MANO[k] que comanda Sandoval, por luchar contra la EXMIBAL,[32] Oliverio Castañeda[l] sus instintos descargó.
[n] Finalmente, debido al sistema de elecciones que se utiliza en la Universidad, las asociaciones estudiantiles son también un importante objetivo de las organizaciones externas a la Universidad y que utilizan a la misma para fines políticos.
[34] En el debate sobre la situación que la Huelga afronta en la actualidad, es frecuente escuchar que la violencia y los desmanes son cometidos por algunos pocos «infiltrados» en los comités de Huelga o de algunos pocos vándalos, explicación utilizada incluso por el propio Consejo Superior Universitario (CSU).
[39] El desfile en sí fue criticado por la población guatemalteca no solamente por la contienda surgida por la donación presidencial sino que también porque un estudiante encapuchado disparó al aire e hirió a un guardia de seguridad privada.
Otro caso significativo fue el conocido como Lavado y Política que evidenció como Francisco Morales, ciudadano de Jutiapa con presuntos nexos con grupos ilegales se dedicaba al lavado de dinero y a financiar al partido Gran Alianza Nacional con la supuesta colaboración del presidente del Banco de Guatemala, Edgar Barquín -candidato vicepresidencial del partido Libertad Democrática Renovada-.
Sobre los hediondos males de la Patria arrojada flores, ya que no sois liberales ni menos conservadores.
[Nota 4] Malos bichos sin conciencia que la apresan en sus dientes y le chupan inclementes las fuerzas de su existencia.
No vale ni cuatro reales[Nota 14] en este país de traidores.