Masacre de Panzós

El valle del río Polochic estuvo habitado desde tiempos remotos por población kekchí y pokomchí.

[4]​ Desde esta época, la principal actividad económica fue la agroexportadora, especialmente de café, banano y cardamomo.

[5]​ La propiedad comunal, dedicada a cultivos de subsistencia, fue usurpada y se convirtió en propiedad privada dirigida al cultivo y comercialización a gran escala de productos agrarios.

Unos, obtuvieron promesas otros, títulos de propiedad provisionales, y también los hubo que sólo recibieron permisos para sembrar.

Cuando un periodista le preguntó al alcalde Walter Overdick García acerca de la razón de la presencia del Ejército en la cabecera municipal, el funcionario respondió: «Se debe a que mucha gente pidió personalmente que el Ejército viniera a ver la tranquilidad del lugar, porque se daban cuenta de que aquí se me amotinaban trescientos, cuatrocientos campesinos».

[15]​ El alto mando del Ejército consideraba que la organización campesina era parte activa de la guerrilla y un obstáculo considerable en sus aspiraciones de usufructuar la Franja Transversal del Norte.

[c]​ El coronel Valerio Cienfuegos, que comandaba la tropa destacada en Panzós, diría a la prensa días después: «Se sabe que los campesinos se reúnen periódicamente en un campo de entrenamiento».

[17]​[d]​ Hubo algunos disturbios menores, y uno de los campesinos indígenas resultó muerto.

[e]​ El alcalde y los funcionarios municipales se encontraban dentro de la sede comunal, reunidos a puerta cerrada.

Sin embargo, debido al tumulto la reunión no se pudo realizar.

[21]​ En efecto, el teniente que dirigía a la tropa dio las órdenes para disparar contra la gente reunida.

[h]​ Los disparos, que sonaron durante unos cinco minutos, fueron hechos por las armas de reglamento que portaban los militares, así como las tres metralletas ubicadas a las orillas de la plaza.

Con mucho esfuerzo y superando diversos obstáculos consiguieron atender a los heridos.

«Ese día se estaba trabajando duro, hasta las cinco de la mañana [...] por mala suerte hubo un derrumbe y no pasaba la ambulancia desde Cobán, tres pick-ups —vehículos de palangana— llevaron a los heridos a El Estor; la ambulancia no alcanzaba».

[17]​ Un vecino del pueblo ayudó con las medicinas de su farmacia y también colaboró en la atención a los heridos.

Los llevaron a un lugar cercano al cementerio público y, con un tractor ―posiblemente de propiedad del terrateniente Flavio Monzón―,[1]​ cavaron un hoyo, donde colocaron los cuerpos.

Otras personas, malheridas, murieron en la huida y sus cadáveres fueron encontrados más tarde en potreros o ahogados en el río Polochic.

[i]​[j]​ Entre las personas que murieron estaba Adelina Caal, conocida como Mamá Maquín.

Por espacio de varias semanas los pobladores no regresaron a sus casas y se escondieron del Ejército.

[14]​ Una habitante del municipio sostiene: «Nos empezaron a asustar los soldados; nosotros dormíamos en el monte»;[17]​ la prensa guatemalteca reportó que, de los siete mil habitantes, solamente mil permanecieron en el pueblo.

[24]​ La represión generalizada atemorizó e inmovilizó a la población de Panzós.

[26]​ El mismo presidente Laugerud indicó que se debía investigar, para poner «en claro quienes son los verdaderos dueños, si son los campesinos y si en realidad, como aseguran, ellos han sido despojados de las mismas, a través de los famosos títulos supletorios».

[27]​ Al finalizar el enfrentamiento armado, todavía podía apreciarse que los terratenientes del valle Polochic basaban su hegemonía en el control de la tierra, al igual que antes del enfrentamiento actuando como un grupo de poder, y es un grupo de poder «inflexible y poco tolerante, [que] mantiene una tradicional actitud antireformista y de agresiva defensa al mantenimiento del statu quó en el agro».

Ilustración de Adelina Caal «Mamá Maquín», líder que fue asesinada durante la masacre.