En Guatemala hay una importante comunidad alemana que se ha diseminado por todo el territorio nacional.
[6] Otra de las familias alemanas más fuertes a fines del siglo xix fueron los Thomae.
Hacían sus actividades sociales en el Club Alemán o Deutsche Verein, en Cobán, fundado en 1888.
El historiador Francis Polo Sifontes cuenta que durante la Segunda Guerra Mundial muchos alemanes fueron llamados para prestar servicio militar en su país.
[10] Se produjo una fuerte inmigración alemana en las Verapaces, la cual colaboró decididamente en la producción del café.
[11] El capital alemán dio origen a los latifundios neocoloniales en Guatemala, convirtiendo los antiguos feudos coloniales en propiedad capitalista,[11] convirtiendo a Guatemala en una semicolonia del imperialismo alemán de finales del siglo xix.
[14] Es más, las tierras comunales fueron adjudicadas preferiblemente a extranjeros después de ser declaradas baldías pues el propio Barrios consideraba que «un alemán valía por doscientos campesinos guatemaltecos».
[15] Alta Verapaz fue en donde los alemanes se concentraron: a fines del siglo xix los finqueros alemanes llegaron a acumular en sus manos tres cuartas partes de la extensión total de los 8,686 km² que tenía el departamento.
Se calcula que para 1898 -año en que se inició el gobierno del licenciado Manuel Estrada Cabrera-, los alemanes habían invertido en Guatemala más de ciento veinte millones de dólares norteamericanos.
[20] En 1898, se reportó que dada la riqueza del café producido en Cobán, que en ese entonces era la tercera ciudad más grande de Guatemala, se estaba ampliando el ferrocarril desde Panzós hasta esa ciudad.
En 1998, los alemanes Uli Stelzner y Thomas Walther filmaron un documental llamado Los civilizadores.
Junto a España, Alemania es el principal socio comercial de Guatemala en Europa.
Sus estudios tomaron como base los niños que acudían a la Escuela Alemana de Cobán.
Según la revista, Gerhard estudió la composición genealógica de los arios puros, medio-alemanes e indígenas.