Él es reconocido como el primer alemán en establecerse en Chile; no obstante, durante los tres siglos posteriores bajo dominio del Imperio español, hubo una presencia muy escasa de alemanes en la Capitanía General de Chile.
Por otra parte, existe durante la época virreinal, en el actual territorio de Chile, un caso tradicionalmente considerado como negativo, que involucra a una mujer con ascendencia alemana, es el caso de La Quintrala, fémina muy famosa por su enorme atractivo físico, pero al mismo tiempo por su crueldad.
Seis años después llegaron Juan Hogen y José Mezner, también carpinteros.
La labor fue encargada a Vicente Pérez Rosales por mandato del entonces presidente Manuel Bulnes.
Algunos inmigrantes alemanes se movieron más hacia el sur a lugares como Puyuhuapi en la región de Aysén, donde fue importante el trabajo del explorador Augusto Grosse y de trabajadores contratados en Chiloé.
Tras la Segunda Guerra Mundial exnazis intentaron escapar hacia América del Sur, incluyendo Chile.
El sistema de educación pública creado por Prusia, a partir del siglo XVIII, introdujo considerables cambios en la teoría pedagógica.
El primer cuerpo académico de dicha institución estaba constituido por un chileno, Enrique Nercasseau y Morán, y por los profesores alemanes: Si bien los profesores alemanes realizaron trabajos de investigación, lo hicieron más bien a título individual.
De los nuevos profesores alemanes contratados en esa época, la mayor parte retornó a su patria al poco tiempo.
[21] En 1901 ya había publicado "Biología e Higiene", texto de enseñanza para escuelas normales y liceos que constituye uno de los primeros libros escolares escritos por mujeres en Chile,[22] obra claramente influenciada en la corriente del higienismo[23] surgida en Europa a mediados del siglo XIX.
A fines del siglo XIX, el ejército chileno adoptó la formación y tradiciones militares prusianas, principalmente tras la Guerra Civil de 1891, gracias a la llegada de instructores militares alemanes como Gunther von Bellow y Hermann Rogalla von Biberstein.
Tras la derrota francesa en la Guerra franco-prusiana (1870), cambia el paradigma del Ejército de Chile, estableciendo como modelo el prusiano, lo que explica sus uniformes, disciplina, verticalidad del mando, enseñanza y similitudes generales con la cultura militar prusiana.
Entre los instructores alemanes llegados a Chile cabe destacar los nombres de Otto Zippelius, Hans von Kiesling, entre otros.
El Ministro de Guerra, en su memoria 1895/1896, expresaba: Entre los inmigrantes alemanes llegaron profesionales, en su gran mayoría dedicados a la ciencia.
Los científicos alemanes influyeron ampliamente en la educación chilena, fundando centros de estudio, ocupando cargos en universidades, etc.
A ello se suman los aportes de Federico Albert, Hans Steffen, Federico Johow, Karl Friedrich Reiche, Franz Wilhelm Neger, Konrad Peters Caspers, Juan Brüggen, Werner Gromsch Nath, Augusto Grosse, Peter Paul von Bauer, Jochen Kummerow, entre otros.
Aparte de los inmigrantes, hubo viajeros alemanes que dejaron impresiones sobre Chile en sus diarios de viaje u obras científicas, entre los que se puede mencionar a Adelbert von Chamisso (1816), Eduard Poeppig (1826-1829), Carl Ochsenius (1848), F. Gerstaecker (1849), Paul Treutler (1852-1863), Friedrich Leybold (1865) y Luis Darapsky (1881).
El kuchen fue introducido por los colonos a la zona sur y se convirtió en una tradición muy arraigada.
Con respecto a las bebidas, la producción de cerveza chilena tiene su origen y fuerte influencia en la cervecería alemana.
[31] Se observa en esta escuela un esfuerzo por trasladar formas, estructuras y ornamentación desde modelos dignos de imitación (construidos originalmente con otros materiales) para poder traducirlos en una versión en madera;[32][33] testificándose en sus construcciones tanto las habilidades de los constructores, como su capacidad para moldear y maximizar el uso de los recursos naturales disponibles, siendo el ciprés y el alerce las materias primas fundamentales.
Por ejemplo, para el caso de la Iglesia de Achao, el exponente más antiguo, algunos autores indican que se aprecia un estilo arquitectónico derivado del rococó germánico utilizado en algunas iglesias y capillas presentes en Múnich, Tirol y Einsiedeln (Suiza).
Muchas de las primeras construcciones y casas típicas alemanas se conservan hasta nuestros días, como por ejemplo en la Calle General Pedro Lagos, en Valdivia.
Entre los músicos, intérpretes y compositores alemanes que jugaron un papel relevante en el desarrollo de la música docta en Chile, podemos mencionar a la pianista María Pfaetterer-Hellstern y al compositor Federico Heinlein, quien obtuvo el Premio Nacional de Artes Musicales en 1986.
La primera ópera chilena fue compuesta por Aquinas Ried, médico cirujano, compositor y dramaturgo de origen bávaro, que se había radicado en Chile.
El texto estaba inspirado en las luchas por la independencia, lo que es otro factor que llamó mucho la atención, por desgracia, a causa de diversos inconvenientes no se pudo llevar a cabo la representación de este drama lírico, pero uno de sus coros, titulado '"Ea, campesinos, venid, fue arreglado por Guillermo Frick en 1855 y ejecutado con cierta regularidad.
Históricamente Chile había sido hasta mediado del siglo XIX un país mayoritariamente católico.
También se debe destacar la labor realizada por religiosos, misioneros, monjas y sacerdotes católicos de origen alemán, principalmente en la zona sur del país.
Distinto es el caso de Villa Baviera, inicialmente conocida como Colonia Dignidad.
[44] La Colonia, al contar con autoabastecimiento con el trabajo del campo, hospital, escuela, pista de aterrizaje, e incluso búnkeres y armas, era absolutamente autónoma y cerrada para el resto del país.
Los colonos alemanes vivían encerrados bajo un régimen de terror y fanatismo religioso dirigido por Schäfer.