Gracias a este festival y al Teatro del Lago la ciudad se ha convertido en un importante centro cultural dentro de Chile.
El nombre de la localidad se debe a la frutilla chilena presente en los alrededores y bosques.
El trabajo de convencimiento a los agricultores para viajar al nuevo mundo en la Patagonia fue complejo.
Los colonos se dedicaron a labores agrícolas, ganaderas, instalando lecherías, molinos, destilerías, curtiembre, cesterias y lugares de abastecimiento.
Posteriormente, nacieron otras organizaciones como el Cuerpo de Bomberos y la Cruz Roja.
No obstante, dado que la municipalidad funcionaba en esta última, en 1912 cambió su nombre al actual de Puerto Varas.
[3] Frutillar se convirtió en un paso obligado entre Puerto Montt y Osorno lo cual permitió un rápido desarrollo de la ciudad.
Con el arribo del ferrocarril en 1907 nació la estación de Frutillar que sería una nueva conexión entre Santiago y Puerto Montt.
La comuna de Frutillar se encuentra emplazada en las unidades geomorfológicas de Llano central con morrenas y conos y lagos de barrera morrénica;[4] y presenta según la clasificación climática de Köppen clima templado lluvioso (Cfb), clima templado lluvioso con leve sequedad estival (Cfb (s)), clima templado lluvioso con leve sequedad estival e influencia costera (Cfb (s) (i)) y clima templado lluvioso e influencia costera (Cfb (i)).
La ciudad cuenta con las escuelas Arturo Alessandri Palma, Madre de Dios, Claudio Matte, Green College, Bernardo Philippi, el liceo Industrial Chileno-Alemán.
La tradición musical en Frutillar se remonta al surgimiento del coro mixto Liederkranz, creado en 1894 por el profesor Jacob Junginger.
Diez años más tarde, en 1904, surgía el Männercor, constituido por varones aficionados a la música y en cuyos inicios tuvo una destacada participación Junginger.
Durante 25 años Junginger dirigió este coro, centrándose en piezas de grandes compositores y escritores alemanes.
A Junginger le sucedieron Carl Hesse, Herbert Koehler y en los años 1940, Robert Dick.
El coro ha sobrevivido con entusiastas figuras como Alfredo Daetz, Ricardo France, Herbert Junginger, Heriberto Plass, Rudi Nannig, Helmar Doepking, Hans Guenther, Sebastian Goeppen, Eberhard Hoesel, Ricardo Sanchez, Rolf y Heinz Koenekamp, Veniero Margozzini o Arturo Naudam.
El templo fue terminado en 1934; se ubica en la avenida Philippi y hoy tiene la categoría de Monumento Histórico.
En 1881 llegaron más jesuitas: entre ellos, el padre Juan Mellwig que, en 1885, se instaló en Puerto Varas.