Un año antes de dejarlo, en 1962, y hasta 1969 cursó varias especialidades en diferentes áreas musicales en Chile y en el extranjero, destacando los estudios de violoncello con profesorado chileno, alemán y ruso.
Era habitual en aquel momento realizar encuentros corales con artistas en la zona sur de Chile, para crear orquestas.
A la vez, al matrimonio se le presentó la oportunidad de compar un apartamento frente al Lago Llanquihuel en Frutillar y una vez establecidos allí se implicaron con el vecindario y las instituciones que apoyaron sus inquietudes musicales.
En el año 2005 se diplomó en Gestión Cultural por la Universidad de Los Lagos.
[5] Recibió innumerables distinciones, entre las que se encuentranː[4] Tras su muerte y en reconocimiento a su legado, se celebraron numerosos homenajes para recordar su trabajo y aportaciones a la cultura musical chilena.