Edad Media en Castellón de la Plana

La unidad más extensa en superficie era el secano que ocupaba toda las tierras al oeste de la Acequia Mayor y fue allí a donde se trasladó Castellón.

[31]​ La red de acequias que riega la huerta castellonense se desarrolló al máximo en esta época y permanece con escasos retoques hasta la actualidad.

[37]​ La sentencia fue bien recibida por todas las partes,[38]​ y estuvo en vigor hasta finales del siglo XX.

En su tramo intermedio, surgía por la izquierda el Sequiol —cuyo partidor del siglo XV se conserva—, la acequia Mitgera y una serie de capasaes o riegos particulares; mientras que en su parte final origina la acequia Coscollosa que fluía por el sector norte del término desde el Toll, cuyo partidor del siglo XIII se conserva bajo la plaza María Agustina declarado Bien de relevancia local,[41]​ regando la partida homónima.

[29]​[42]​ No existe información documental, y la arqueológica es muy escasa, sobre el periodo conocido como Alta Edad Media en el territorio del actual municipio de Castellón de la Plana ante lo cual se han formulado diversas teorías para explicar lo que sucedió durante esta época en la zona.

[45]​ Hasta el siglo VIII parecen datarse los restos encontrados en la zona de Lledó, que muchos expertos señalan como un centro cultural religioso cristianizado.

En 1094 el rey Pedro I, que se titularía como «Rey de Aragón, Pamplona, Sobrarbe, Ribagorza, Guelga, Oropesa y Castellón», pasó por la zona para entrevistarse con Díaz de Vivar en Burriana, población bajo su dominio ya que el Campeador controlaba toda la zona al sur del Mijares hasta Valencia.

[50]​ Al contrario de lo que se ha dicho históricamente, esta organización territorial no comportaba ninguna dependencia administrativa entre el distrito castral y Burriana.

Hadral era un enclave fortificado cercano, si no ocupando el actual ermitorio de San Jaime,[53]​ en plena huerta regada por la acequia de Almalafa que tomaba sus aguas directamente del Mijares, junto al Caminás y la Marjalería, donde se cree que existió ya una villa romana.

El lugar elegido para asentar la villa fue la alquería de Benirabe, tal y como confirma un documento fechado en 1318.

[70]​ Benirabe sería una alquería fortificada por los pobladores cristianos como protección ante las revueltas mudéjares que todavía no estaban sofocadas en 1248, junto a ella en 1250 se conformó un arrabal extramuros.

La historiografía tradicional, con Vicente Traver Tomás a la cabeza, considera que esta fue la autorización para incorporar los arrabales que junto al recinto fundacional ya amurallado de la villa daría lugar a la actual extensión del núcleo histórico de Castellón.

El 15 de abril el infante ordenaba aplazar 14 días cualquier acción punitiva contra la villa así como que no entraran en Castellón una vez pasado ese plazo sin consentimiento del rey, al que escribió dos días más tarde contándole la situación a la espera de recibir nuevas instrucciones mientras las autoridades castellonenses luchaban por revocar la orden o, al menos, que no se declararan desleales a quienes se opusieran.

[89]​ Finalizados los conflictos sucesorios las relaciones de la villa con la corona no mejoraron y se mantuvieron tensas.

[90]​ No existen datos demográficos de Castellón hasta 1350 cuando se contabilizaron 1100 fochs, lo que equivaldría a unos 3850 habitantes.

Se puede entender como un notable éxito que en a penas 100 años de existencia la villa alcanzara dichos datos poblacionales.

Precisamente a partir de esta fecha Castellón se desmarca del auge capitalino con una tendencia demográfica en declive, paralela a la que sufría Cataluña, y que se prolongó durante todo el siglo XV con escasos picos de aumento.

[92]​ En 1272 la población musulmana se agruparía ocupando los restos de la antigua alquería aunque sin formar una comunidad estable ni protegida por las autoridades.

Al amparo de esta concesión, en 1404 se buscó atraer a nuevos pobladores, siendo un intento frustrado por temor del consejo.

Aunque la actividad ganadera más importante era la cría de cerdos, que se encontraba estrictamente regulada por las autoridades locales.

A finales del siglo XIV Castellón disponía de su propia flota, 15 mercaderes dedicados al comercio marítimo y actividad comercial con Valencia, Narbona, Colliure, Tarragona, San Felíu de Guixols, Génova, pero sobre todo con Barcelona hacia donde entre 1412-1418 y 1422 zarparon 276 barcos.

Esta actividad estuvo protegida por los reyes que prohibian ejercerla en territorios fuera de su jurisdicción, pero a finales del siglo XV entró en crisis al imponerse trabas desde Valencia.

[101]​ Por el privilegio otorgado en 1272 por Jaime Sarroca Castellón construye su primer, o segundo, conjunto de murallas.

[41]​ En este momento el conocido como Parador Real queda incorporado al interior de la villa.

Tres años después, en 1389 se deben reformar parte de las murallas para incorporar las bombardas que el consejo había comprado.

[114]​ Los días festivos y los domingos estaba prohibido trabajar en Castellón, algo que nunca se cumplía y que las ordenanzas municipales intentaban hacer cumplir imponiendo fuertes multas aplicables a todos excepto a quien se dedicase al mantenimiento del ganado.

La fiesta decayó muy pronto y solo pervivió la procesión por lo que en 1422 se acuerda celebrar la festividad el siguiente domingo a su día litúrgico.

El cardenal no pisó nunca Castellón y en su nombre actuaba un vicario según la estructura establecida en la ejecución que hizo Pedro de Luna.

[122]​ Finalizados los conflictos eclesiásticos las relaciones de la villa con el papado no mejoraron y se mantuvieron tensas.

[122]​ En 1451 el «frare barbut» Antoni, procedente del monasterio de Santes Creus, ocupa como ermitaño el Castell Vell empezando a construir en las ruinas una capilla dedicada a Santa María Magdalena en la que hacia 1453 ya se celebraba misa y para la que en 1456 se nombró por primera vez sacristán y ermitaño.

Mural cerámico del Privilegio del traslado donde pueden leerse los topónimos Castelló de Borriana y Castelló
Restos Castell Vell o de Fadrell, antiguo emplazamiento de Castellón
Ataifor encontrado en Fadrell
Jaime I entregando el Privilegio del Traslado a Ximén Pérez de Arenós en presencia de la reina Violante y otros miembros de la corte
Una gaiata tal y como se entiende desde 1947
Pedro IV reunido en consejo
Enrique II de Castilla fue señor feudal de la villa
Detalle del cuadro Visión del rey Martín I de José Vergara Gimeno (1726-1799) en el Museo de Bellas Artes
Fernando I, Benedicto XIII y San Vicente Ferrer en el banco dedicado a Castellón de la plaza de España (Sevilla)
Gobernaciones y lugartenencias del Reino de Valencia
Restos de la muralla del siglo XIII en la plaza Cardona Vives
Restos arqueológicos de la torre de San Pedro, de les Alçamores o dels Alçaments bajo la plaza de las Aulas
El ermitorio de Santa María Magdalena del Castell Vell ha sido foco de peregrinaciones desde 1375 recordando la historia de Castellón
Panel cerámico mostrando la leyenda de la Santa Troballa de Nuestra Señora del Lledó
Portada de la Casa Abadía con el escudo de la Cartuja de Vall de Cristo