Consiste en cualquier objeto portátil al que supersticiosamente se le atribuye alguna virtud sobrenatural: atraer la buena suerte o asegurar la protección de su dueño (efecto apotropaico).
Debido a la proscripción de ídolos, los amuletos judíos conceden mayor importancia al texto y los nombres.
Sin embargo, el uso legítimo de sacramentales, mientras uno tenga la disposición apropiada, se corresponde con la imagen del cristianismo tradicional.
Por ejemplo, el crucifijo ha sido considerado a lo largo de la historia como una potente arma contra los demonios y los malos espíritus.
Por ejemplo, los sacramentales basados en Vade retro satana se han utilizado desde 1742 cuando la fórmula recibió la aprobación de papa Benedicto XIV y más adelante formaron parte del ritual católico.
Un amuleto poco conocido pero bien asentado en la tradición judía es el kimiyah o “texto del ángel”.