Herradura

Las herraduras utilizadas para los bueyes y vacas tienen otra forma que se adapta a sus pezuñas, dos uñas en cada pata.

Las primeras herraduras tenían clavos o lengüetas que sobresalían para proporcionar tracción adicional (estas aún siguen usándose en algunas competiciones de caballos).

Desde el siglo III existe un gran debate científico sobre la existencia o no de herraduras en la Antigüedad.

No hay textos literarios sobre el uso de herraduras anteriores al siglo IX d. C., pero en cambio sí numerosos hallazgos arqueológicos en distintos países (incluida España) que inclinan a aceptar su existencia, si bien no sistemáticamente extendida, o al menos no para los caballos de guerra (faltan, por ejemplo, en todas las tumbas hallstáticas que incluyeron caballos).

Igualmente, el origen de la herradura sigue sin estar claro, aunque se apunta hacia pueblos bárbaros del oriente del Imperio romano, que usarían algunas protecciones clavadas al menos desde los siglos IV-II a. C.[1]​ La teoría china sobre el origen sostiene que los mongoles aprendieron el herrado con clavos de los chinos y lo habrían mejorado, y los hunos lo habrían llevado a Europa en el siglo IV.

[2]​ La teoría gala apunta al pueblo kimris que, en el siglo IV a. C., habría introducido unas herraduras muy primitivas.

[2]​ La herradura más antigua conocida en Europa, datada en 481, fue encontrada en la tumba del rey franco Childerico I.

Los materiales más comunes son el acero, el aluminio y el plástico, aunque algunas herraduras especializadas están hechas de magnesio, titanio o cobre.

Los antiguos la aplicaban cuando los talones estaban muy estrechos; para esto rebajaban el casco cuanto era posible, particularmente los talones y ponían la herradura clavando los clavos en las claveras exteriores si el casco era grande y en las interiores si era pequeño.

Lejos de producir este resultado, dará lugar a contusiones más o menos graves que ocasionarían accidentes funestos; así es, que esta herradura apenas fue inventada se olvidó enteramente su uso.

Se pone a los caballos topinos, ancados o emballestados, con el fin de que puedan hacer algún servicio.

Cuando la herradura está puesta, la tuerca debe estar en la parte externa del casco para que el animal no se roce.

Es una herradura común con los callos cortados a una distancia mayor o menor de la primera clavera del talón.

Hay varias especies: Es una herradura común con un callo truncado del modo que se ha dicho en la de media luna.

Las herraduras modernas suelen estar hechas de hierro y clavadas en los cascos.