La pata de conejo es un popular amuleto, empleado desde hace siglos en la cultura occidental.
[3][4] La superstición siguió extendiéndose por Europa del Este, llegando incluso a Asia.
[5] Conforme pasaba el tiempo, y la magia y hechicería se hacían cada vez más populares, comenzaron a venderse en comercios especializadas patas de estos animales.
[6][7] Pero con la entrada del cristianismo en Europa, esta costumbre se declaró pagana.
[12] Los conejos siempre han simbolizado entre otras cosas la fertilidad debido a su capacidad de reproducirse a un ritmo vertiginoso; también se decía que era muy útil para aumentar la fertilidad.