[3] Asistió ese mismo año al sitio de Valencia, como conciliador entre nobles aragoneses, por lo que obtuvo el reconocimiento del rey.
Estuvo presente asimismo en los concilios de Tarragona y Lyon (1245).
No se ha dilucidado si el Vidal Mayor fue sancionado y promulgado por el rey Jaime I.
Al parecer fue voluntad del rey promulgarlo, pero contó con la oposición de la nobleza del reino de Aragón, apegada al fuero jaqués antedicho.
Por todo ello, ya entrado el siglo XIV, solo la Compilatio minor es considerada la ley aragonesa, y el Liber in Excelsis Dei o Vidal Mayor, como su más prestigioso comentario.