Se trata de un edificio exento de planta rectangular y tres plantas, con una escalera central que da acceso a las distintas dependencias.
La planta noble se divide verticalmente en cinco, con pilastras corintias y con entablamento liso.
Cuenta con tres balcones, donde el central es corrido, y cinco vanos.
La tercera planta, de dimensiones más reducidas, se separa del resto por una cornisa volada, y cuenta con cinco balcones sencillos flanqueados por pilastras.
A principios del siglo XX, se sustituyeron en el piso principal el balcón corrido por individualizado y tras la guerra civil española se reformaron las fachadas lateral y principal, desapareciendo las dos torres de los ángulos, así como el antepecho de remate que se sustituyó por la actual balaustrada.