Sincretismo religioso

Además, el término desempeña un papel en la teología y la misionología, en cuyo contexto a menudo se le asigna un valor negativo.

Si bien puede haber elementos sincréticos en las creencias o historias de las religiones, los adeptos de estos así llamados sistemas a menudo desaprueban que se le aplique tal rótulo a sus creencias, en especial aquellos adeptos que pertenecen a sistemas religiosos «revelados», como las religiones abrahámicas, o cualquier sistema que exhiba una enfoque exclusivista.

Según esta lógica, añadir una creencia incompatible corrompe la religión original, haciendo que ya no sea verdadera.

En general, la cultura helenística en la época que siguió a Alejandro Magno mostró rasgos sincretistas, esencialmente combinando elementos mesopotámicos, persas, anatolios, egipcios (y eventualmente etruscos-romanos) dentro de una fórmula helénica.

[5]​[6]​ Los romanos, identificándose a sí mismos como herederos comunes de una civilización muy similar, identificaron a las deidades griegas con figuras similares en la tradición etrusco-romana (la llamada interpretatio romana), aunque usualmente sin copiar prácticas de culto.

(véase también Interpretatio graeca) Dioses sincréticos del período helenístico también encontraron un amplio favor en Roma: Serapis, Isis y Mitra, por ejemplo.

Cibeles, tal y como se le veneraba en Roma, representaba esencialmente a una diosa sincrética del Mediterráneo oriental.

Ares, tratado a menudo con desprecio y repulsión por parte de los griegos, no coincide exactamente con Marte.

El concepto de sincretismo les era familiar a los romanos, en tanto desde sus primeros tiempos lo habían experimentado, entre otros, con los griegos.

Los cristianos ortodoxos (de la corriente dominante) siempre han insistido en que la materia es esencialmente buena, en tanto, según creen, Dios creó todas las cosas, tanto espirituales como materiales,[8]​ y dijo que estaban «muy bien».

Se volvió incluso más efectivo cuando misioneros coincidieron con las tradiciones culturales establecidas y las entrelazaron en una síntesis fundamentalmente cristiana.

Un elemento de naturaleza sincrética se ha sugerido respecto a la tradición mística islámica conocida como sufismo en sus orígenes, pero esta afirmación es rechazada por muchos otros académicos modernos.

Sin duda, algunos grupos en nombre del sufismo, al igual que en cualquier religión, adoptan ciertamente posiciones teológicamente poco ortodoxas.

[cita requerida] Durante la presencia sufí en Bengala, se apreció una tendencia sincrética general musulmán-hindú, de la que el Nabibangsha del escritor y poeta Syed Sultan (1550-1648) es un ejemplo.

Muchas de las pagodas chinas están dedicadas a deidades tanto budistas como taoístas.

[31]​ La fe tradicional Mun del pueblo Lepcha es previa a su conversión al budismo lamaísta en el siglo VII.

La contextualización no aborda la doctrina, sino que afecta un cambio en los estilos o expresión del culto.

Si bien los cristianos llevaron con frecuencia su música europea y sus estilos de construcción a las iglesias en otras partes del mundo, usando un enfoque de contextualización, construyeron iglesias, cantaron canciones y oraron en los estilos étnicos locales.

Algunos misioneros jesuitas adaptaron sistemas e imágenes locales para enseñar el cristianismo, como fue el caso con los portugueses en China, una práctica a la que se opusieron los dominicos, lo que llevó a la llamada disputa de los ritos chinos.

[35]​ En 1615, David Pareus de Heidelberg instó a los cristianos a un «sincretismo piadoso»[cita requerida] para oponerse al Anticristo, pero pocos protestantes del siglo XVII discutieron los compromisos que podrían tener como efecto una reconciliación con la Iglesia católica: Johann Hülsemann, Johann Georg Dorsche y Abraham Calovius (1612–1685) se opusieron al luterano Georg Calisen «Calixtus» (1586-1656) de la Universidad de Helmstedt por su «sincretismo».

La Iglesia luterana Sínodo de Misuri sufrió una controversia por disciplinar a pastores por ecumenismo y sincretismo cuando estos participaron en servicios multiconfesionales en respuesta a los ataques del 11 de septiembre y al tiroteo en Newtown, Connecticut, con el argumento de que el culto conjunto con otras confesiones cristianas u otras creencias religiosas implicaba que las diferencias entre religiones no son importantes.

Un movimiento sincretista islámico e hindú-budista-animista en Indonesia conocido como Abangan estuvo política y socialmente activo durante un tiempo.

[46]​ Los khotons siguen una forma sincrética del islam que incorpora elementos budistas y tradicionales (tales como el tengrianismo).

[47]​ En Italia, especialmente dentro del Mezzogiorno, existe una tradición católica popular sincrética conocida como Benedicaria.

Con todo, los orígenes de la benedicaria no son bien conocidos y es posible que haya surgido de la mezcla entre las formas del catolicismo practicado por la gente del común y antiguas prácticas populares italianas.

La laxitud en las restricciones sociales también apareció simultáneamente en varios grados y ciertas costumbres se asimilaron a las de los mahometanos.

(El término técnico «criollo» puede aplicarse a cualquier persona nacida y criada en la región, independientemente de su etnicidad.)

Sistemas religiosos desarrollados recientemente que exhiben un marcado sincretismo incluyen las religiones de la diáspora africana del candomblé, vudú y santería, que equiparan varios Yorùbá y otras deidades africanas con santos católicos.

El Santo Daime es una religión sincrética de origen brasileño que incorpora elementos de varias tradiciones religiosas o espirituales, entre ellas catolicismo popular, espiritismo kardecista, animismo africano y chamanismo indígena sudamericano, incluyendo el vegetalismo.

La Iglesia de la Unificación, fundada por el líder religioso Sun Myung Moon en Corea del Sur en 1954 es un movimiento sincrético.