Integrado en la comarca Ribera Baja del Ebro, se sitúa a 40 km de la capital aragonesa.
El territorio de Pina fue reconquistado a los musulmanes por Alfonso I el Batallador en 1127.
Por otra parte, las órdenes militares tuvieron importantes intereses en esta localidad.
Y en 1174, Alfonso II dio Pina como regalo de bodas a su esposa, Sancha de Castilla, lo que volvió a ocurrir 57 años más tarde con Jaime I y su esposa.
Hay constancia de que, en 1350, la peste negra —que desde el este peninsular había llegado a Zaragoza a finales de 1348—[4] dejó despoblados lugares como El Rebollar, Talavera y la Mechana del Figueral.
[5] En 1557, la peste volvió a azotar Pina, hecho que se repetiría en 1652 y 1835.
En cuanto a la economía, la localidad producía trigo, cebada, maíz, vino y aceite; poseía dos molinos harineros, varios de aceite y tres hornos de pan cocer.
[7] Con el final del siglo XIX llegó a Pina el ferrocarril y el primer tren pasó por el municipio en 1884.
Durante la Guerra Civil, Pina fue foco de numerosos combates entre ambos bandos.
El claustro se levanta sobre una planta cuadrada organizada en dos pisos abiertos a un patio central.
[17] La casa consistorial, también situada en la anterior plaza, es un palacete de tres plantas del siglo XVI (1570-1590).