Aunque existen otras especies seríferas, B. mori es la más extendida, y la conocida habitualmente como gusano de seda.Su cáscara es una membrana de materia quitinosa, que va desde el amarillo claro al gris pizarra y finalmente a un tono violáceo o verdoso.Tras cuatro de estas metamorfosis, la larva alcanza los 8 cm de longitud; los doce segmentos en los que está estructurada son claramente visibles, el color gris del nacimiento tornará bien a blanco o amarillo claro o bien a blanco con bandas negras que separan los segmentos.[1] Cuando faltan de dos a cuatro días para hacer el capullo, los gusanos suelen ir amarilleando desde la cola progresivamente hasta la cabeza.Suelen defecar de color verde y más blando, algunos incluso líquidos verdosos o amarillentos.[1] En ocasiones y por diferentes circunstancias (comida escasa o inadecuada, defectos genéticos, condiciones externas adversas…) los gusanos no logran crear su capullo y deben realizar la metamorfosis al descubierto lo cual, aunque reduce su probabilidad de supervivencia, no es un impedimento para la finalización normal de su ciclo vital.[4] Al eclosionar de la crisálida, la mariposa rompe el capullo con una secreción ácida que separa los hilos de seda y sale al exterior, durante los tres a quince días que suele vivir no se alimentará, tan solo buscará pareja para poder efectuar una puesta.La cópula dura algunas horas en las cuales los sujetos apenas se moverán y quedarán enlazados por la punta del abdomen.Su antigüedad, analizando el genoma de los gusanos, se ha establecido en cinco mil años.Al eclosionar la mariposa, emplea sus mandíbulas y un líquido ácido que segrega para romper el capullo, haciéndolo así inservible.[cita requerida] En la medicina tradicional china, el Bombyx mori (gusano tieso, en chino simplificado: 僵蚕; chino tradicional: 僵蠶; pinyin: jiāngcán), las larvas muertas a causa de la infección del hongo Beauveria bassiana se denominan Bombyx batryticatus, se emplean como tónico para disolver flemas y aliviar espasmos.Esto se debe a su facilidad para alimentarlos (pues solo hay que darles hojas de morera), a sus escasas atenciones, su fácil limpieza, su rentabilidad, y al hecho de que son totalmente pacíficos e inofensivos, pudiéndoseles coger y tocar sin peligro alguno.Se han efectuado descubrimientos fundamentales sobre feromonas, hormonas, estructuras cerebrales y fisiología.[12] Los investigadores del Tufts Medical Center desarrollaron andamios hechos de seda esponjosa que se asemejan similares al tejido humano.Se implantan durante la cirugía reconstructiva para sostener o reestructurar ligamentos, tendones y otros tejidos dañados.[13] Investigadores del MIT Media Lab experimentaron con gusanos de seda para ver qué tejerían cuando los dejaran en superficies con diferentes curvaturas.[20] En China, una leyenda narra que el descubrimiento de la seda del gusano de seda lo hizo una antigua emperatriz llamada Leizu, la esposa del Emperador Amarillo, también conocido como Xi Lingshi.