Está situada en el valle del río Palancia, el camino natural que une Aragón con la costa mediterránea.
La primera noticia sobre la localidad aparece en el Llibre del Repartiment de Valencia, donde se la nombra con el topónimo Huyturam.
Este topoónimo tendría su origen en el árabe dada la población islámica asentada en la zona.
Desde 2014 el ayuntamiento utiliza el eslogan «Altura, conóceme y volverás» con fines de promoción turística.
Hidrográficamente el término es extremadamente seco, no lo atraviesa ninguna corriente permanente de agua, pero sí posee un complejo sistema de ramblas y barrancos que se pueden clasificar en dos cuencas.
A comienzos del siglo XV el rey Martín I de Aragón cedió a la cartuja que había fundado años antes el derecho que había comprado a Segorbe de una hilada y media de agua cada día excepto los viernes que sería continua.
La última disputa se solucionó en 1943 cuando Segorbe tuvo que ceder a Altura un caudal diario de entre 50 y 70 l/s.
Los trabajos se hicieron de rogar prolongándose hasta 1915 cuando la noche del 24 al 25 de marzo la población desesperada se reunió en la iglesia para rezar una novena a la Virgen de la Cueva Santa pidiendo el afloramiento del manantial hasta que por fin esa noche brotó el agua.
En recuerdo de este milagro, Altura celebra cada año en estas fechas las Fiestas del Berro.
Desde este momento la historia de Altura se vincula muy estrechamente con la de su cartuja, llegando incluso a desaparecer el topónimo que da nombre a la población al ser confundida con la del monasterio.
Controlaban severamente la actividad ganadera construyendo masías en las dehesas más propicias del término, era de su propiedad la escasa pero floreciente agricultura alturana, y fueron muy inflexibles respecto al cobro de impuestoss y otras rentas a la población.
[18] El resto de la población musulmana fue expulsada en 1606 dejando 280 casas de cristianos viejos, la localidad fue repoblada por nuevos habitantes, para los que entre 1783 y 1789 se construyó una nueva iglesia, ya que en 1787 sumaban 1953 vecinos.
Estos cultivos son fundamentalmente frutales no cítricos (1223 ha), principalmente almendros, y olivos con 1106 ha.
[29] La industria ha adquirido importancia en sectores como el calzado, la confección y el envasado de frutos secos.
Existe un polígono industrial, La Olivera, con 154 241 m² de superficie[30] que da cabida a las 24 empresas del municipio que se dedican al sector secundario de la economía.
[31] En el polígono se puede encontrar alguna mediana superficie comercial que aprovecha la centralidad del lugar para dar servicio a la zona.
El mercado no sedentario se realiza todos los sábados en la avenida de España.
[31] Desde las primeras elecciones locales democráticas en 1979, una vez aprobada la actual Constitución de 1978, el ayuntamiento lo forma un pleno, que es el órgano de máxima representación política de los ciudadanos y el que toma todas las grandes decisiones del municipio, compuesto por 11 concejales, elegidos cada cuatro años por sufragio universal; que a su vez eligen de entre sus miembros al alcalde o alcaldesa, normalmente el líder del partido político con más apoyos, ya sea por haber formado una coalición o por haber obtenido de las urnas al menos los 6 concejales que constituyen la mayoría absoluta, si esto no sucede, en una segunda votación queda investido alcalde el candidato del partido más votado.
[39] Este consultorio médico cuenta con los servicios de atención primaria general, pediatría, enfermería y matrona.
[42] La Policía local a cargo del ayuntamiento dispone de comisaría en la calle San Vicente.
[45] La economía basada en la ganadería trashumante del lugar ha dejado numeroso patrimonio disperso por todo el término municipal, prácticamente todos ellos construidos con la técnica de la piedra en seco, declarada Patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad por la Unesco en el año 2018.
[64] También son varias las casetas de aperos localizadas en el municipio construidas en adobe que tienen especial interés patrimonial.
[13] Otras construcciones de carácter agrario son los trules o depósitos para elaborar vino, así como los hornos y las carboneras para guardar cal y yeso.
La zona del Alto Palancia constituye un cruce de culturas con un fuerte impacto en la lengua de sus habitantes, pues está muy influenciado por el idioma aragonés y el valenciano, que junto a la larga pervivencia del árabe ha dejado un vocabulario particular y una modalidad hablada características.
En el municipio existen clubes deportivos de baloncesto, fútbol, tenis, tiro con arco, balonmano, triatlón y ciclismo.
[89] Durante las Fiestas Patronales se celebran numerosos eventos deportivos, de balonmano, billar, ajedrez o frontenis.