Virgen de Lidón

La leyenda (no el cronista citado) cuenta que, tras el hallazgo, Perot llevó la imagen a la autoridad eclesiástica, que decidió conservarla en la iglesia parroquial, pero milagrosamente la Virgen habría vuelto a su lugar de origen."Por determinación de los Jurados se le erigió una capilla en el sitio del hallazgo.Por todo esto apunta a que la narración de la trovalla sería una falisificación del siglo XVI o incluso posterior.[3]​ Tanto si se admite la leyenda del hallazgo como si no, está claro que la estatuilla era anterior al siglo XIV, y los expertos consideran que existía ya siglos (si no milenios) antes de esa fecha.Sin embargo, los autores del estudio posiblemente más completo hasta ahora, no se atreven a ir más allá de esta genérica opinión : "podría ser una escultura de arte popular de cualquier tiempo anterior al s. VI, en la que habría que admitir extrañísimas influencias orientales, vagamente expresadas".[4]​ Gusi i Jener considera una "hipótesis razonable" que el culto y la misma imagen tengan su origen en "la antigüedad tardía, entre los siglos IV-V, en un modesto amuleto de iconografía burdamente orientalizante o vagamente grecoegiptizante"[5]​., en el mundo romano, puesto que la cultura material de la zona y alrededores muestra una importante presencia romana (al menos bastante más importante que las demás) y la imagen presenta símbolos semejantes a los símbolos mágicos egipcios de la época grecorromana.Según este autor, la imagen "perviviría posteriormente en el seno de algún grupo familiar o social, cuyos miembros pudieron profesar la nueva religión cristiana"[5]​., viendo en la estatuilla "una figuración de la Virgen María" y su culto se difundió entre los vecinos.En algún momento la imagen se habría escondido y posteriormente perdido hasta su hallazgo en el siglo XIV.Desde entonces fueron sucediéndose diversas gracias por los pontífices a favor de la devoción a la imagen: Gregorio VII (1579), Clemente XI (1702), Pío XI (1922), Pablo VI (1966) y finalmente el último papa, Benedicto XVI, quien concedió especiales gracias con ocasión del Primer Año Mariano de LLedó, en el año 2008.[13]​ ; sin embargo, en 1986, se determinó que está "vestida con una túnica de mangas largas".Restos de azul y bermellón, policromía ya perdida que decoró este manto recogido a los lados.Cabeza bien modelada, delicada, con cabellera partida que le cae a los lados, cubierta con finísimo velo".La imagen-relicario que se muestra hoy en el ábside de la basílica fue esculpida por Tomás Domingo Colón y policromada por Juan Bautista Porcar para sustituir la que fue destruida durante la persecución religiosa; fue bendecida en 1939.Normalmente está cubierta por un manto cónico que le cubre todo el cuerpo.Según la teoría más tradicional, el nombre se debe al hecho de haber sido hallada la imagen a los pies de un 'celtis australis' (en valenciano llamado 'lledoner', en castellano almez, lodoño, latonero o ledonero).El primero que propuso esta teoría, pero aplicado a la villa catalana de Lledó d'Empordà, fue A. M. Badía Margarit en 1966.[20]​ La principal dificultad para aceptar esta tesis probablemente sea la escasa cultura material celta de la zona.El texto, escrito en castellano por Antonio Alloza Agut es una décima espinela con rima consonante.Con viva fe y efusión te invocamos, Virgen pía,pues eres nuestra alegría,esperanza y consuelo; oye siempre con anhelonuestras preces, Madre mía.El texto fue musicalizado por Mossén Jaime Pachés Andreu.Virgen santa de Lidón.Un labrador venturoso tuvo tan devoto hallazgo, y esta villa el patronazgo logró, y en él su reposo; a vos, con tal ocasión, toda propicia os miramos, vuestro favor imploramos,Virgen santa de Lidón.En procesión muy solemne os trajeron a la iglesia, mas vuestra humildad aprecia el que fue primer albergue; ya por singular blasón en propio templo os hallamos; vuestro favor imploramos,
Basílica del Lledó , templo en el que se venera la imagen.
Farola que conmemora el lugar donde se coronó a la Virgen.
La imagen-relicario actual, con su manto y corona, llevando en la hornacina la venerada imagen