[1] En cuánto al término «toponimia», éste deriva etimológicamente del antiguo griego τόπος (tópos, ‘lugar’) y ὄνυμα (ónyma, ‘nombre’).
En el idioma español la RAE no registra este nombre hasta finales del siglo XIX.
En lengua árabe, la primera vez que aparece el término «toponomista» data aproximadamente de mediados del siglo XIX.
Por ejemplo, Ocotlán significa 'donde abundan los pinos' pero también se ha interpretado como 'lugar de pinos u ocotes', mientras que Purroy, cuyo origen está en el latín PODIUM RUBEUM 'lugar elevado rojizo, pueyo rojizo', tiene precisamente su motivación en que el pueblo designado está situado sobre un altozano cuyas tierras y rocas poseen la mencionada cualidad cromática.
Aunque de hecho el estudio de los topónimos es en esencia un estudio etimológico más, pero con dificultades añadidas, pues los cambios fonéticos no operan con la misma regularidad en la toponimia como en el resto del léxico general.
"Si todos los registros toponímicos expresan una realidad o un proyecto social, esa cualidad se hace más presente en los corónimos.