[1] Existe una creciente tendencia actual a denominar a los diferentes grupos humanos por su propio autónimo, ya que históricamente muchos etnónimos son en realidad exónimos peyorativos, no muy favorables o erróneos para la comunidad referida: inuit en vez de esquimal (comedor de carne cruda) o purépecha en vez de tarasco (suegro) .
Endónimo hace referencia más comúnmente al nombre de un lugar geográfico o país en la lengua de los habitantes locales, frente al exónimo proporcionado por otros pueblos (Thames en inglés, pero Támesis en español o Hayastan en armenio, pero Armenia en español).
Sin embargo, ese hecho - unido a que a veces las personas fuera del propio grupo étnico sean nombradas con un nombre común despectivo - está correlacionado con actitudes negativas, xenófobas e incluso racistas.
Sin embargo, el hecho de que la esvástica fuera un signo común entre algunos pueblos indoiranios antiguos llevó a algunos racistas alemanes del siglo XIX a interpretarla como el «signo ario más antiguo conocido»; aquí debe interpretarse "ario" en la deformación racista, que más tarde inspiraría parte de las ideas racistas de los nazis.
Por el contrario, los exónimos y exoglotónimos tienen frecuentemente significados despectivos, 'gente hostil', 'gente de habla incompresible o balbuceante' (en este caso se usan onomatopeyas tipo: bar-bar-, bla bla o pol-pol-,...).