Ley Foral del Euskera

En 2017 el Gobierno cuatripartito de Uxue Barkos sustituyó la denominación vascuence por euskera.

El debate sobre la legislación lingüística y la regulación de los derechos lingüísticos en Navarra se inició sin consenso y con retraso si se compara con otras comunidades autónomas que también contaban con otra lengua distinta al castellano como Cataluña, Euskadi, Galicia o la Comunidad Valenciana.

El proyecto fue debatido en comisión del 12 al 20 de noviembre de 1986 con la posición favorable inicial del Partido Socialista de Navarra (20 escaños) y el Partido Nacionalista Vasco (3 escaños) (en realidad pertenecientes a Eusko Alkartasuna por la reciente escisión del PNV).

[5]​ Aunque la ley no especifica cuáles son estas variedades dialectales de Navarra, desde ámbitos filológicos se suele tomar como referencia la clasificación realizada por Koldo Zuazo en 1998, que considera que en Navarra perviven tres dialectos del euskera: navarro, navarro-labortano y central y el navarro oriental, clasificada históricamente esta en dos subvariedades: el salacenco, de unos pocos cientos de hablantes, y el euskera roncalés, cuya última hablante falleció en 1991 y considerado extinto.

La ley foral estableció asimismo que la institución consultiva oficial, a los efectos del establecimiento de las normas lingüísticas, sería la Real Academia de la Lengua Vasca.

Además esta área incluiría a Pamplona como capital y zona de contacto entre los dos predominios lingüísticos.

En la zona mixta el castellano sería la única lengua oficial, pero en atención a haber sido una lengua tradicional histórica del territorio, el euskera gozaría de una serie de medidas especiales concretas para su fomento y recuperación.

La zona vascófona estaba formada originalmente en 1986 por los siguientes municipios: Abaurrea Alta, Abaurrea Baja, Alsasua, Anué, Araiz, Aranaz, Arano, Araquil, Arbizu, Areso, Aria, Arive, Arruazu, Bacáicoa, Basaburúa Mayor, Baztán, Beinza-Labayen, Bertizarana, Betelu, Burguete, Ciordia, Donamaría, Echalar, Echarri Aranaz, Elgorriaga, Erasun, Ergoyena, Erro, Esteríbar, Ezcurra, Garayoa, Garralda, Goizueta, Huarte-Araquil, Imoz, Irañeta, Ituren, Iturmendi, Lacunza, Lanz, Larráun, Leiza, Lesaca, Oiz, Olazagutía, Orbaiceta, Orbara, Roncesvalles, Saldías, Santesteban, Sumbilla, Ulzama, Urdax, Urdiáin, Urroz de Santesteban, Valcarlos, Vera de Bidasoa, Villanueva de Aézcoa, Yanci, Zubieta y Zugarramurdi.

Así, a fecha de 2017 la zona vascófona está formada por 64 municipios navarros.

[7]​ La zona mixta estaba formada originalmente en 1986 por los siguientes municipios: Abárzuza, Ansoáin, Aoiz, Arce, Atez, Barañáin, Burgui, Burlada, Ciriza, Cendea de Cizur, Echarri, Echauri, Valle de Egüés, Ezcároz, Esparza de Salazar, Estella, Ezcabarte, Garde, Goñi, Güesa, Guesálaz, Huarte, Isaba, Iza, Izalzu, Jaurrieta, Juslapeña, Lezáun, Lizoáin, Ochagavía, Odieta, Oláibar, Olza, Ollo, Oronz, Oroz-Betelu, Pamplona, Puente la Reina, Roncal, Salinas de Oro, Sarriés, Urzainqui, Uztárroz, Vidángoz, Vidaurreta, Villava, Yerri y Zabalza.

Aranguren, Belascoáin y Galar pasaron a formar parte de la zona mixta.

El cuarto municipio afectado por la modificación legal, Noáin, decidió permanecer en la zona no vascófona.

En 2017 una modificación de la ley permitió que se incorporaran a la zona mixta 44 municipios de la zona no vascófona: Abáigar, Adiós, Aibar, Allín, Améscoa Baja, Ancín, Añorbe, Aranarache, Arellano, Artazu, Bargota, Beriáin, Biurrun-Olcoz, Cabredo, Cirauqui, Dicastillo, Enériz, Eulate, Gallués, Garínoain, Izagaondoa, Larraona, Leoz, Lerga, Lónguida, Mendigorría, Metauten, Mirafuentes, Murieta, Nazar, Obanos, Olite, Oteiza, Pueyo, Sangüesa, Tafalla, Tiebas-Muruarte de Reta, Tirapu, Unzué, Ujué, Urraúl Bajo, Urroz-Villa, Villatuerta y Zúñiga; y que el municipio de Atez pasara de la zona mixta a la vascófona.

[8]​ Así, a fecha de 2017, la zona mixta está formada por 98 municipios navarros.

A fecha de 2017, estos 110 municipios son: Aberin, Ablitas, Aguilar de Codés, Allo, Andosilla, Aras, Los Arcos, Arguedas, Armañanzas, Arróniz, Artajona, Ayegui, Azagra, Azuelo, Barásoain, Barbarin, Barillas, Beire, Berbinzana, Buñuel, El Busto, Cabanillas, Cadreita, Caparroso, Cárcar, Carcastillo, Cascante, Cáseda, Castejón, Castillonuevo, Cintruénigo, Corella, Cortes, Desojo, Eslava, Espronceda, Etayo, Ezprogui, Falces, Fitero, Fontellas, Funes, Fustiñana, Gallipienzo, Genevilla, Guirguillano, Ibargoiti, Igúzquiza, Javier, Lana, Lapoblación, Larraga, Lazagurría, Leache, Legarda, Legaria, Lerín, Liédena, Lodosa, Lumbier, Luquin, Mañeru, Marañón, Marcilla, Mélida, Mendavia, Mendaza, Milagro, Miranda de Arga, Monreal, Monteagudo, Morentin, Mues, Murchante, Murillo el Cuende, Murillo el Fruto, Muruzábal, Navascués, Noáin, Oco, Olejua, Olóriz, Orísoain, Peralta, Petilla de Aragón, Piedramillera, Pitillas, Ribaforada, Romanzado, Sada, San Adrián, San Martín de Unx, Sansol, Santacara, Sartaguda, Sesma, Sorlada, Torralba del Río, Torres del Río, Tudela, Tulebras, Úcar, Unciti, Urraúl Alto, Uterga, Valtierra, Viana, Villafranca, Villamayor de Monjardín y Yesa.

[10]​ En las zonas mixta y no vascófona la regulación de la toponimia establece que la denominación oficial de las localidades será la existente en el momento de promulgarse la ley (en su mayoría castellana, romance o castellanizada), salvo que exista una denominación distinta, originaria y tradicional en euskera, en cuyo caso se utilizarán ambas.

[11]​ En la zona vascófona, donde las dos lenguas son cooficiales, los ciudadanos pueden relacionarse con la administración y recibir los servicios públicos en cualquiera de los dos idiomas oficiales, pudiendo elegir también la lengua en la que se tramite el procedimiento administrativo que promuevan siendo la lengua de tramitación del procedimiento en el caso de existir varios promotores del procedimiento la que estos acuerden entre sí.

En la zona vascófona los alumnos recibirán la enseñanza en la lengua oficial que elija la persona que tenga atribuida la patria potestad o tutela o, en su caso, el propio alumno.

En la zona mixta la enseñanza se impartirá en euskera para los que lo soliciten, implantándose de forma gradual si hay demanda.

En la zona no vascófona los modelos educativos autorizados son los que emplean la única lengua propia y oficial de esta zona, el castellano (modelos G y A).

La ley foral dispone que las administraciones públicas promoverán la presencia del euskera en los medios de comunicación social.

Fue el primer decreto foral que reguló la aplicación de la Ley Foral del Euskera al campo de las administraciones públicas navarras, regulando entre otros asuntos el lugar institucional asignado al euskera y la preceptividad y valoración del euskera en el acceso al empleo público de acuerdo a lo previsto en la ley para la Zona Vascófona como en la mixta.

En la práctica suponía equiparar el tratamiento del euskera en la zona mixta al de la zona vascófona y en consecuencia la aprobación de tal decreto generó una amplia polémica suscitando rechazo incluso en el propio partido que sostenía al Gobierno de Navarra.

Dicho decreto foral fue impugnado por diversos ayuntamientos y organismos siendo anulado jurisdiccionalmente por el Tribunal Superior de Justicia de Navarra,[17]​ aunque solo por un defecto de forma al haber sido aprobado el decreto foral sin el informe preceptivo del Consejo Navarro del Euskera.

[25]​ Estas críticas han sido contestadas por los sectores navarristas que defienden que la ley foral: posibilitó la conservación y la paulatina recuperación del euskera en Navarra sin renunciar por ello al mantenimiento de la diversidad social, cultural y lingüística.

La propuesta recibió los votos a favor de Geroa Bai, EH Bildu, Podemos-Ahal Dugu e I-E y los votos en contra de UPN, PSN y PPN.

Con ello se posibilitaba un bilingüismo funcional (aunque no oficial) para toda Navarra.

Contó con la oposición y el rechazo de Unión del Pueblo Navarro (UPN), que veía en ella el no reconocimiento de la pluralidad sociolingüística de Navarra, y de Herri Batasuna (HB), que rechazaba cualquier reforma que no pasara por la oficialización uniforme del euskera en todo el territorio navarro suprimiendo la zonificación lingüística.

División de la zona vascófona, mixta y no vascófona en el territorio navarro.
Distribución por municipios de las zonas vascófona, mixta y no vascófona tras la reforma de 2017.