La evolución de los resultados académicos del alumnado vasco, evaluada por los informes PISA confirman un efecto de deterioro en la calidad educativa aparejado a la progresiva introducción del euskera.
Aun así, como se puede observar en la siguiente tabla, los datos varían según la etapa de la educación: mientras que en la infantil el modelo A es anecdótico (menos del 4 %), en Bachillerato agrupa a un tercio de los alumnos vascos (33,4 %).
En Vizcaya el modelo D es claramente mayoritario y más de la mitad de los alumnos están matriculados en él y en cambio tiene menos fuerza en Álava, donde aun siendo mayoritario, alcanza casi la mitad del alumnado.
En Navarra el régimen de la enseñanza del euskera y en euskera en el sistema educativo está diseñado de acuerdo a lo previsto en la Ley Foral del Vascuence que reconoce en Navarra la existencia de dos áreas de predominio lingüístico diferentes (castellano y euskera) y regula la distribución del territorio en tres zonas lingüísticas distintas (vascófona, no vascófona y mixta): De esta manera, el Decreto Foral 159/1988 de incorporación del vascuence a la enseñanza no universitaria de Navarra estableció 4 modelos lingüísticos distintos: Siendo que dicho decreto estableció que en los centros educativos situados de la zona vascófona el aprendizaje de euskera sería obligatorio, bien como asignatura, bien como enseñanza vehicular, a tal fin se dispone que los modelos educativos que se autorizarían para dicha zona serían únicamente los A, B y D. Para los centros ubicados en la zona no vascófona se autorizaron exclusivamente los modelos que emplean como lengua vehicular el castellano: G y A.
Para los centros ubicados en la zona mixta se autorizarían todos los modelos (A, B, D y G) de acuerdo con la demanda.