Esta versión fue traducida del griego al latín por Jerónimo (la Vulgata) por encargo de la Iglesia.[2] La división por capítulos, tal como es al día de hoy, fue introducida por el cardenal Stephen Langton.[14][15] La palabra Biblia procede, a través del latín biblĭa, de la expresión griega τὰ βιβλία τὰ ἅγια (ta biblía ta hágia; ‘los libros sagrados’), acuñada por primera vez en el deuterocanónico 1 Macabeos 12:9,[16] donde βιβλία es el plural de βιβλίον (biblíon, ‘papiro’ o ‘rollo’ y, por extensión, ‘libro’).[20][21] Muchos años después empezó a ser utilizada por los cristianos para referirse al conjunto de libros que forman el Antiguo Testamento, así como los Evangelios y las cartas apostólicas (es decir, el Nuevo Testamento).Por entonces, ya era común utilizar únicamente el primer sintagma, τὰ βιβλία, a manera de título.Se ajusta muy estrechamente al concepto judío Tanaj y al cristiano Antiguo Testamento (particularmente en la versión de algunos grupos cristianos (Evangélicos), que no incluyen las partes deuterocanónicas del Antiguo Testamento y el Anagignoskomena ortodoxo).La Torá o "ley" entendida como "instrucción" es la base de las reglas y regulaciones religiosas judías y consiste en: El título hebreo proviene de la primera palabra en cada parte excepto Éxodo, donde es la quinta palabra.La comunidad judía actual reserva la expresión «Biblia cristiana» para identificar solo a los libros que han sido añadidos al Tanaj hebreo-arameo por el judaísmo tardío helenizante alejandrino, y luego por el cristianismo, y evita referirse a su Tanaj con los términos «Biblia» o «Antiguo Testamento».Un grupo religioso, los saduceos, sostiene que solamente conforma el canon de las Escrituras la Torá (‘la Ley’) o Pentateuco (‘cinco libros’), mientras que otros grupos también incluyen los Nevi'im (Profetas) y los Ketuvim (los Escritos).No obstante, algunas corrientes protestantes fundamentalistas insisten en conservar el nombre de apócrifos para los libros deuterocanónicos.La Iglesia siria disponía inicialmente de solo 22 en su Nuevo Testamento, aunque posteriormente acabó aceptando los demás.Mientras que los cristianos protestantes rechazan esta aseveración y consideran como cabeza única de la iglesia a Jesucristo.Para ambas partes esta gran diferencia ya no es considerada tan solo en términos filosóficos o religiosos, sino como designios divinos plasmados y asentados en la Biblia misma.La historia comienza en Mesopotamia, donde Dios llama a Abraham para que se establezca en Canaán (hoy el Estado de Israel y Palestina).Debido al hambre, los descendientes de Abraham, Isaac y Jacob viajaron a Egipto.El sucesor, Joshua, los condujo a Canaán y dirigió la invasión de la tierra, que estaba habitada por otras tribus.La epístola a los Romanos comienza con: "el evangelio de su Hijo, Jesucristo nuestro Señor" (Rom.Según Jesús, los apóstoles hablan con su autoridad y sus palabras deben recibir tanta importancia como las suyas.Además, hay innumerables excavaciones más pequeñas y hallazgos individuales relacionados con los relatos bíblicos.El arqueólogo William Matthew Flinders Petrie fue el primero en llevar a cabo una excavación científica en Palestina en 1890, durante la cual excavó Tell el-Hesi durante seis semanas, que se identificó incorrectamente con Laquis.Hasta el siglo XVI se mantuvo en Occidente la traducción latina de Jerónimo conocida como «la Vulgata» (proveniente del latín vulgar) que incorporaba tanto el canon judío como aquellos escritos de la Septuaginta griega.Actualmente, la creencia común en casi toda la cristiandad supone la infalibilidad o inerrancia del texto bíblico, dando por sentado que la Biblia está exenta de todo error, siendo perfecta como palabra de Dios al hombre.Este concepto es similar a la doctrina de la sola scriptura, donde se considera que la Biblia contiene todo lo necesario para la salvación del hombre.Hallazgos tales como los manuscritos del Mar Muerto han mostrado que, en gran parte, esto sucedió antes del siglo I de nuestra era, aunque los textos encontrados allí, y los conocidos hasta entonces, parecen presentar cambios menores.Hay otros textos relevantes relacionados con la Biblia «original» como los escritos apócrifos hallados en Egipto y Cisjordania (Qumrán, cerca del mar Muerto), e incluso en países muy lejanos hacia el Sur y el Oriente.Las investigaciones arqueológicas en la zona donde se desarrollan los hechos narrados en la Biblia tienen como un resultado añadido la comprobación de los hechos, lugares y personajes que aparecen citados en los diferentes libros que componen la Biblia.Hay varios casos en que los descubrimientos arqueológicos han señalado congruencias con los hechos o personajes bíblicos.Las primeras traducciones bíblicas comenzaron en el mismo amplio periodo en que sus libros se fueron redactando: el texto masorético en hebreo, los tárgum en arameo y la traducción al griego denominada Biblia de los Setenta (siglo III a II a. C.), que se realizó de los textos originales que componen la Biblia hebrea del judaísmo (Antiguo Testamento para el cristianismo).170, traducciones coptas, etíopes, el Codex Argenteus del godo Ulfilas, siglo VI, etc.) Aunque hay traducciones anteriores (las llamadas Vetus Latina), la traducción al latín de San Jerónimo (denominada Vulgata, 382) fue la dominante en la cristiandad occidental hasta la reforma protestante (siglo XVI), y continuó siéndolo en el catolicismo hasta la Edad Contemporánea.Unos años antes, en 1471, había aparecido la primera Biblia impresa en italiano (traducción de Nicolò Malermi).
Biblia hebrea, 1300
Columna en caracteres
unciales
de textos de
Esdras
, tal como se los lee en la Biblia Septuaginta.
La Biblia de Gutenberg.
Biblia Reina Valera 1960
Biblia de Ginebra, una de las principales traducciones de la Biblia al
inglés
por parte del movimiento protestante del siglo
XVI
. En la imagen, el
Padre nuestro
en el
Evangelio de Lucas
.
Página de la Biblia alfonsina donde se narra el nacimiento de Jesús