Epístola a los hebreos

[1]​ Sin embargo aunque se desconozca su autor con certeza la atribución tradicional pauliana no parece ser infundada (2 Pedro 3, 15).

Tampoco puede ser datada con precisión, aunque existe consenso en que fue escrita entre los años 60 y 65 del siglo I.

Tal y como ha llegado hasta nosotros, la carta es anónima: en el texto no figura el nombre de su autor, ya que falta la introducción habitual en este tipo de textos en que se identifica al autor y a los destinatarios.

[3]​ En la actualidad, hay acuerdo entre los especialistas en cuanto a que su autor no es Pablo de Tarso.

Muchas ideas teológicas presentes en la Epístola a los Hebreos no son propias del pensamiento paulino.

[5]​ Sobre la verdadera identidad del autor de la Epístola a los Hebreos, no existe ninguna certeza.

La idea de que fue este último fue propuesta por Lutero, y es considerada una hipótesis verosímil por algunos autores actuales.

No puede darse una fecha precisa, y el tema se discute, aunque hay en general acuerdo en cuanto a que fue compuesta en la segunda mitad del siglo I.

En otro pasaje (Hebreos), al comparar la antigua y la nueva alianzas, se afirma que la antigua (es decir, la Ley judía), está "a punto de desaparecer", y no dice que haya desaparecido ya.

[8]​ Existe, sin embargo, una frase que algunos autores[5]​ han interpretado como una tenue alusión a la destrucción del Templo (Hebreos): Hay ejemplos de autores cristianos que, escribiendo después de la destrucción del Templo, utilizaron el presente para describir el culto que se llevaba a cabo en el mismo (por ejemplo, 1 Clem.

3.102-50; 3.151-87), e incluso textos judíos mucho más tardíos de la Misná y el Talmud.

[3]​ Barry Smith, sin precisar tanto, considera que es anterior a la destrucción del Templo.

[13]​ Posiblemente, la homilía fue luego escrita y enviada a una o más iglesias, lo que puede explicar las características epistolares de los últimos versículos.

No puede determinarse si son o no cristianos procedentes del judaísmo,[17]​ aunque sí parece que se trata de comunidades en las que la influencia cultural de los judeocristianos era fuerte (Hebreos).

Es posible que los destinatarios estén viviendo una época de persecuciones (Hebreos), aunque sus problemas pueden deberse solo a una crisis interna.

[20]​ El principal interés del autor está en la exhortación moral, pero se preocupa por dar a sus palabras un fundamento teológico que resulte convincente para su auditorio.

La admonición que sigue (10,19-10,39) destaca la importancia de la fe, y vuelve a poner en guardia al auditorio sobre la apostasía.

La homilía propiamente dicha concluye con estos dos versículos (lo que sigue parece ser un añadido posterior).

Otras muchas palabras y fórmulas habituales en los escritos paulinos no se encuentran en Hebreos.

Papiro 13 , siglo III o IV con la epístola a los hebreos.
Lucas el evangelista, uno de los posibles autores, según una representación alemana del siglo X.
Representación de Cristo en majestad, adorado por dos ángeles.