Es el libro más breve del Antiguo Testamento, ya que cuenta con solo veintiún versículos en un único capítulo.
La enemistad entre ambos reinos generó una abundante literatura bíblica antiedomita (ejemplos de los cuales pueden leerse en Ezequiel, Salmos, Isaías, Jeremías y Amós), a la que pertenece la primera parte de Abdías.
Este odio está marcado por la colaboración que los edomitas prestaron a Nabucodonosor II en la guerra hebreo-caldea, y, tras llevarse cautivos los caldeos a muchos judíos, los del Edom aprovecharon para ocupar sus territorios.
Edom, como todos los demás países que bastardean los derechos humanos y divinos, son castigados de manera inexorable e inmediata.
Aparece en las obras de autores sefardíes como Isaac Abravanel y Salomón ben Verga.