[4][5]Según algunos estudiosos, existe una correspondencia de pensamiento entre el Nuevo Testamento cristiano y estos libros,[6][7]y otros afirman que textos y pasajes de estos libros son parafraseados, referidos o se alude a ellos muchas veces en el Nuevo Testamento, dependiendo en gran medida de lo que cuente como referencia.Algunos, como Macabeos, contienen relatos que se consideran importantes dentro de la tradición judía.Los deuterocanónicos del Antiguo Testamento son: Por otra parte, también se denominan deuterocanónicos a algunos libros del Nuevo Testamento que no fueron admitidos en el canon desde el primer momento, sino después de haberse disipado algunas dudas.Los términos protocanónicos y deuterocanónicos no aparecieron nunca antes de mediados del siglo XVI.[23] A mediados del III siglo, Orígenes afirmaba, citado por Eusebio de Cesárea: Entre los veintidós libros a los que se refiere Orígenes son citados como canónicos Macabeos y la Epístola de Jeremías (el último capítulo del libro de Baruc), los veintidós libros citados por el son: Hay que reconocer, sin embargo, que en la práctica, Orígenes se negó a excluir totalmente los apócrifos, porque se los empleaba en la Iglesia, como él mismo lo explica en su Carta a Julio Africano.[31] Anfiloquio sigue la línea de Gregorio, pero añade: "Junto con éstos, algunos incluyen Ester".[34] Agustín reconocía la importancia de las lenguas originales, no sabía hebreo, e instó en su correspondencia con Jerónimo a que éste realizase su nueva versión a partir de la Septuaginta.Da una lista del canon del Antiguo y Nuevo Testamento en su libro Sobre la Doctrina Cristiana Libro II Cápítulo 8:13 (397 - 426 d. C.), en el cual incluye los deuterocanónicos: Agustín admite que el libro de Macabeos es canónico para la Iglesia pero no es contado como canónico por los judíos: Inocencio I en una carta al obispo de Tolosa, Exuperio, da en 405 una lista de libros del AT que incluye los deuterocanónicos.Entre la minoría estaban los cardenales Seripando y Cayetano, este último un opositor de Lutero en Augsburgo.[56] Los eruditos recientes[58] han teorizado que la biblioteca del Qumrán (de aproximadamente 1100 manuscritos encontrados en las once cuevas de Qumrán)[59] no se produjo por completo en Qumrán, sino que pudo haber incluido parte de la biblioteca del Templo de Jerusalén, que pudieron haber sido escondidos en las cuevas para su custodia en el momento en que el Templo fue destruido por los romanos en el año 70.La canonicidad de los libros deuterocanónicos es distinta para los diversos grupos que tienen como sagrados a los textos hebreos.Pero algunos autores sostienen que el canon del Tanaj representa posturas fariseas, y fue elaborado por judíos expresamente opositores al cristianismo (la escuela de Yabné o Yamnia), mientras que es posible encontrar referencias a algunos deuterocanónicos como textos sagrados en escritos judíos de distintas corrientes, y 300 de las 350 referencias al Antiguo Testamento que se hacen en el Nuevo Testamento son tomadas de la versión alejandrina.[cita requerida] Desde una perspectiva estrictamente histórica, a través de la historia, los deuterocanónicos han estado presentes en las Biblias de todas las facciones cristianas anteriores a la reforma protestante del siglo XVI.