Cánones apostólicos

Dicha opinión adoptaron, entre otros autores de nota, Justiniano y San Juan Damasceno.

Es indudable, sin embargo, que los tales cánones no son obra de los apóstoles, por diversas razones: En orden al tiempo en que estos cánones fueren divulgados, piensan algunos, que esto sucedió a fines del siglo III o a principios del IV; otros que en tiempo de Nectario de Constantinopla, habiéndose hecho mención de ellos en un concilio celebrado por él, en el año de 394; otros, en fin y es lo más probable que dichos cánones salieron a luz en el siglo V, en la colección de cánones que publicó Teodoreto, obispo de Ciro, con el título de Reglas eclesiásticas, en la que comprendió ochenta y cinco cánones de los apóstoles.

Puesto que si los griegos hubiesen tenido antes noticia de estos cánones, no hubieran mantenido ocultos por tan largo espacio de tiempo tan preciosos documentos y habrían hecho mención de ellos en otras colecciones anteriores y especialmente en el antiguo código de la Iglesia oriental, el cual, según se asegura, existía ya en 451.

Con respecto al número de los cánones apostólicos en la Iglesia oriental, se recibieron los ochenta y cinco comprendidos en la citada colección de Teodoreto; mas la latina solo admitía los cincuenta que Dionisio el Exiguo conservó en la versión de aquella colección, habiendo suprimido los otros como menos conformes a la creencia y disciplina de la Iglesia.

Diccionario teológico, canónico, jurídico, litúrjico, bíblico, etc., Justo Donoso, 1855

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